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Sevilla

Máxima nota y muy poca autocrítica

El alcalde de Sevilla destaca que "no se ha podido hacer más" tras la herencia recibida y las dificultades económicas

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  • Zoido y sus concejales -

No se ha podido hacer más. Así de gráfico se explicaba el alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido, cuando era preguntado por si se habían cumplido las expectativas creadas tras conseguir hace casi un año veinte concejales, una mayoría absoluta que, sin embargo, sólo le ha servido para “ordenar y ponerse a trabajar”, según sus propias palabras. El regidor hispalense hacía balance de su primer año de gobierno asegurando que le da la “máxima nota” a su equipo, que “no se ha parado ni un minuto” pero que quedan tres años para seguir cumpliendo con sus compromisos electorales.

Ni grandes proyectos ni pequeños. Entre “todas las cosas que se han hecho” no quiso destacar ninguna, ni siquiera los más urgentes o prioritarios que debe abordar a partir de ahora: sólo los gorrillas se le quedan en el tintero y su urgencia la marcan “las necesidades de la gente”. Poca autocrítica en un balance en el que pasó por encima sobre temas conflictivos como el plan centro, los conflictos laborales y las implicaciones del plan de ajuste.

Zoido, muy bien acompañado por todos sus concejales a sus espaldas -que cuchicheaban sin parar mientras él intervenía-, sí que basó parte de su balance en dejar claro el escenario de dificultades económicas que se habían encontrado. “La herencia recibida no ha podido ser más dura de digerir”, señalaba, para recordar los 700 millones de deuda que se encontraron, 300 más de los declarados; el estado límite de Mercasevilla, Giralda TV y Sevilla Global; los bloqueos de proyectos como la ampliación del Palacio de Congresos, los túneles de Bueno Monreal y la Enramadilla, y el “enredo” judicial de los aparcamientos, uno de los pocos temas en los que sí se atrevió a lanzar un anuncio aunque conocido: que está dispuesto a rescatar los avales de los ciudadanos “de bien”, a los que no permitirá que se les tome el pelo, señaló.

Aunque no concretó sus prioridades, más allá de lo que necesiten los sevillanos, sí que apuntó que sus tres ejes son y seguirán siendo la austeridad y la eficiencia; su “obsesión” por los servicios básicos para que Sevilla funcione y posicionar la Marca Sevilla en el mundo, a la que relacionó también la industria aeroespacial un día después de firmar un acuerdo de formación con el Instituto San Telmo para mejorar la cualificación de los trabajadores de cara a este sector.

“Sabemos cuál es el camino por recorrer”, decía, para volver a lamentar la situación heredada, los escasos recursos o los dos procesos electorales que se han vivido, que han ralentizado mucho los trámites administrativos con las administraciones central, a la que no le dedicó ni una crítica -sólo mencionó que están a la espera de que se aprueben los presupuestos estatales para destinar 3,5 millones a los colegios-, y con la autonómica, a la que dedicó algunos dardos, entre ellos los 8,6 millones de euros que le debe en impuestos. Por detrás alguno de sus ediles le recordaba algo: “por aquí me dicen también lo de la Ciudad de la Justicia...”
Sí que se le consiguió arrancar un lamento: que no ha podido erradicar el fenómeno de los ‘gorrillas’, como sí ha podido hacer, a su juicio, con la prostitución en la calle y con los botellones. “Habrá que cambiar la normativa”, reflexionaba Zoido sobre el fenómeno de los aparcacoches, pero “no podemos cambiarlo todo de la noche a la mañana, sino que tenemos que ir por pasos”.

El otro gran tema que dice le tiene preocupado es el desempleo que, aunque no sea competencia municipal, domina cualquier actuación: “es el eje transversal de todas las políticas”, afirmaba, recordando que la mesa del empleo ha mantenido 34 reuniones técnicas “y no de fotografías” para buscar soluciones y tiene los fondos previstos para varias iniciativas.

No hizo referencia, como sí aparecía en el dossier de prensa, a que los sindicatos se levantaron de esa mesa, a pesar de que destacó en su intervención que se han abordado todos los conflictos laborales y cada uno en su tiempo. Los abiertos aún, ni los nombró. Sólo pidió “comprensión” para aquellos ciudadanos -no citó a los trabajadores- que no hayan visto solucionados sus problemas. Quedan tres años.

Como logros más destacados enumeró los que se marcó en sus primeros meses, centrados en la austeridad y la eficiencia: recorte de delegaciones y reducción de altos cargos y asesores; bajada de sueldos en los directivos de las empresas municipales y para evitar suspicacias en contrataciones destacó la “profesionalidad, experiencia y capacidad” de éstos; descentralización de distritos y creación de la Junta Local; la potenciación del papel del funcionariado en la administración local; y la devolución de la oposición a los órganos de entes locales, un ejemplo de “extensión de la participación y la democracia”.

Polémicas decisiones sobre tráfico y PGOU
Zoido no entró en muchos detalles sobre tráfico o modificaciones del PGOU, pasó por encima y en diferentes momentos. Reconoció que se habían tomado “polémicas decisiones” en tráfico y algunos cambios del PGOU han tenido detractores. Mantuvo la línea habitual: lo que importa es la ciudad y la instalación de nuevas empresas.

Aprovechar la capacidad de los trabajadores
El alcalde quiso poner como ejemplo de la eficiencia y eficacia de sus medidas con los trabajadores del ICAS, el instituto de cultura, sin apenas fondos cuando entró en el Gobierno: ahora son los propios trabajadores los que asumen la mayor parte de las producciones, que se llevarán por todos los distritos. Nada dijo de los recortes de este área.

Espadas lamenta que Zoido no haya aportado “nada nuevo”
El portavoz municipal socialista, Juan Espadas, tras el balance ofrecido por Juan Ignacio Zoido ha lamentado que el alcalde “no haya aportado nada nuevo a la ciudad”, apuntando que “la primera gran conclusión evidente es que Sevilla tiene un gobierno que no gobierna, sino que se dedica de manera preferente a mirar para atrás y tomar decisiones claramente encaminadas a deshacer lo que otros hicieron”.

De esta forma, ha criticado que en su primer año de gobierno local Zoido “no haya sido capaz de aportar ningún elemento nuevo a la ciudad: ni proyecto ni idea propia que pueda sumar a la gestión”. Así, ha recordado al primer edil que “esa herencia recibida, a la que tantas veces hace referencia en negativo, es la que ha permitido que la ciudad haya seguido funcionando durante este año sin su aportación”.

Espadas considera que “en torno a Zoido se ha producido una gran frustración, porque de él se esperaba mucho más, a juzgar por los resultados electorales, de lo que ha sido capaz de resolver con su varita mágica”, y que la inacción del PP ha conducido al “deterioro de servicios que ahora funcionan peor que antes”.

Y los coches de caballos por fin tendrán ‘dodotis’
No hubo grandes anuncios en la comparecencia de Juan Ignacio Zoido en su balance de gobierno, a excepción del acuerdo alcanzado la noche anterior con los cocheros para que, por fin, sus caballos se coloquen los “dodotis”, en palabras del alcalde, lo que no se ha conseguido nunca a pesar de que se ha anunciado en innumerables ocasiones.

El acuerdo alcanzado entre el Ayuntamiento hispalense y el gremio de cocheros de caballos de la ciudad que permitirá dotar de nuevas estructuras y medios al servicio -paradas, señalética, uniformes o “pañales” para las bestias, entre otros aspectos-, que quedará así sometido a un mayor nivel de regulación.

El presidente de la asociación de cocheros Híspalis, Luis Ruiz, ha confirmado a Europa Press el consenso, que supondrá la firma inminente de un convenio en un acto en el cual los profesionales pretenden hacer visible la colocación de los nuevos pañales en algunos de los vehículos. Aunque estos “dodotis” podrían instalarse “en unos días”, Ruiz ha especificado que no se usarán hasta que las paradas no cuenten con los útiles de limpieza necesarios, esto es, con una boca de riego y armarios.

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