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Sevilla

Pésimo trato de Vueling en el aeropuerto de Sevilla

La queja de una lectora ante el trato recibido por el personal de tierra de la aerolínea Vueling en el aeropuerto de Sevilla

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  • La perrita -

Tenía mi billete reservado y pagado para viajar  (Sevilla-Coruña v1299 a las 22.35, 16 de septiembre de 2013) con mi perrita en cabina. Al ir acompañada de un animal no puedo sacar mi billete online; tengo que ir al mostrador de facturación.

Llego al mostrador y lo primero que me preguntan es si la perrita ha pagado… No entiendo que me pregunten esto cuando tienen mi reserva en la mano y ahí pone claramente: “Viaja con un animal en cabina”… Además, en el desglose del precio también está aclarado “25 euros por trayecto por animal en cabina”…

Luego me dicen que por qué llevo 3 bultos… Les explico (¡¡¡¡yo a ellos!!!! las condiciones de Vueling, porque se ve que no las tienen claras)… El animal lo he pagado a parte, 50 euros concretamente… Llevo mi maleta de mano de menos de 10 kg y del tamaño adecuado y llevo mi bolso (cosas que están permitidas según la normativa de Vueling). Aun así me piden que si puedo meter mi bolso en la maleta. Les digo que no. Insisten y les aclaro que no tengo por qué hacerlo. Además tengo un email impreso con las condiciones del vuelo. En cuanto lo saco y se lo enseño me dicen: “vale, da igual”… Educación ante todo, sí señor…

Aun viendo el tamaño de la perrita me piden que la meta en el trasportín para pesarla… Hablamos de una perrita de 3 kg… Claramente por debajo de los 8 kg que permiten, pero como no se fiaban de lo que veían sus ojos pues deciden pesarla… La meto en el trasportín y cuando la pongo en la cinta, supuestamente para pesarla, ni siquiera encienden el peso para mirar cuánto es. Se ponen las chicas a hablar entre ellas y cuando les digo que ya está ahí puesto (más que nada por llamar la atención porque me estaban dando la espalda)… me dicen literalmente, sin mirarme:  “vale, ya te la puedes llevar”… Les pregunto “cuánto pesa, por curiosidad… Para saber si lo habían mirado en otro sitio que no estuviera a la vista de los pasajeros… Respuesta: “te puedes ir, gracias”… Educadas al máximo.

Paso la seguridad sin problemas.  Al contrario, los trabajadores de allí muy amables conmigo y con la perrita… Los problemas vuelven cuando llego a la puerta de embarque… Llegué con bastante antelación y estaba la primera en la cola, no había nadie más…

Cuando llega la hora del embarque, se forma la cola como siempre… (He volado 6 veces en los últimos 2 meses con Vueling)… Pero de repente empiezan a dividir la cola según el asiento, cosa que veo por primera vez y que no entiendo cómo ni por qué lo hacen…. Las chicas me dicen que qué hago ahí delante si con el perro tengo que embarcar la última… Les pregunto por qué y me dicen que son las normas y que por favor me ponga al final de la cola…

Me dicen que primero embarcan pasajeros con niños y condiciones especiales… Les digo que en vuelos anteriores me han confirmado que viajar con un perro es una condición especial (por eso pago 50 euros más por mi billete). La respuesta no fue muy amable que digamos por parte de la chica: “Mira, cuando los animales tengan los mismos derechos que las personas podrás ponerte en esta misma cola pero como no es el caso, por favor, deja que pasen los demás”….

Ni siquiera supe qué decir. Sólo les dije que tenían algún problema, o bien no conocían las normas o bien las cumplen sólo cuando les apetece, porque lo que estaban haciendo yo no lo había visto nunca y ya he hecho 5 vuelos con Vueling con mi perrita… Y este es el sexto y veo eso por primera vez….

Luego otra de las chicas me pide mi billete y cuando lo ve empieza a reírse y le dice a las demás: “tiene el asiento en la fila 11”. Y las 3 chicas y el chico que había en el mostrador comienzan a reírse delante de mí… Les pregunto que cuál es la gracia y nadie me contesta… Cuando entré en el avión noté que la gracia era que mi fila era justo la del ala del avión… Me habían dado ese sitio porque es el que nadie quiere. A mí, porque llevo un perro, claro… Cosa que no entiendo y menos aún teniendo en cuenta que el vuelo llevaba muchísimos asientos vacíos… Incluso se estaban quejando entre ellos de que sólo había 30 maletas facturadas…

Luego, por suerte, en el vuelo en sí no tuve ningún problema, excepto que mi perrita y yo tuvimos que aguantar más ruidos y turbulencias que nadie.

El trato fue horrible, no entiendo cómo pueden faltarle al respeto así a sus pasajeros. Deberían recordar que tienen trabajo gracias a los que volamos con ellos (o volábamos, porque después de esto me buscaré otra alternativa).

Si no saben tratar a las personas que no estén de cara al público. Independientemente de que te gusten o no los animales, el respeto es lo primero. Y por supuesto: si estás trabajando con una compañía aérea deberías tener un mínimo de conocimiento sobre las normas.
Espero no volver a volar con Vueling, al menos no con ese tipo de personas.

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