La empresa de estudios y sondeos geotécnicos Geosand S.L. y la Unión Integrada De Arquitectos S.L.P. se harán cargo de la redacción del proyecto, dirección de obra, estudios y dirección de ejecución de la construcción de la segunda fase del nuevo edificio del Colegio de Educación Infantil y Primaria (CEIP) Raimundo Lulio de Camas (Sevilla), toda vez que la Agencia Pública Andaluza de Educación ha formalizado al fin la adjudicación de dicho contrato a estas sociedades.
En concreto, y según la información consultada por Europa Press, la Agencia Pública Andaluza de Educación ha oficializado la adjudicación decidida el pasado mes de junio en favor de estas dos sociedades, pues el contrato está dividido por lotes, al objeto de que las mismas, Geosand por 3.960 euros y la Unión Integrada De Arquitectos por 184.404 euros, se hagan cargo de la redacción del proyecto, dirección de obra, dirección de ejecución, y estudios geotécnicos de esta actuación.
La oficialización de la adjudicación llega después de que el delegado territorial de la Consejería de Educación, Francisco Díaz Morillo, anunciase que si bien el proyecto sufría un "obstáculo" a cuenta del recurso interpuesto por una empresa contra la adjudicación ante el Tribunal de Contratos, dicho recurso "ya está resuelto".
Recordemos que la construcción de un nuevo edificio para el CEIP Raimundo Lulio constituye una reivindicación histórica en Camas, dadas las malas condiciones de conservación del viejo centro. No obstante, la Junta de Andalucía construyó y puso en servicio sólo la primera fase del nuevo edificio del centro, con lo que las nuevas instalaciones carecen de gimnasio o comedor y sólo pueden acoger a la mitad del alumnado, actualmente dividido entre las instalaciones antiguas y las nuevas.
El presidente de la Asociación de Madres y Padres de Alumnos (AMPA), Felipe Sigüenza, señalaba recientemente a Europa Press que el viejo centro "se moja cuando llueve, se encharcan las pistas, tiene puertas de hierro y hay problemas con los peldaños rotos de las escaleras", mientras la distancia de 800 metros que separan las instalaciones viejas de las nuevas motiva no pocas "incomodidades" para alumnos y docentes.
