Los vecinos de Nervión podrán disfrutar en unas semanas, y tras años de retrasos, de la zona verde de la parcela de la antigua cárcel provincial de La Ranilla. El Ayuntamiento hispalense ha previsto, esta vez, que la apertura del parque sea durante el recién estrenado mes de abril. Se responde así a una demanda vecinal del año 2003 y contribuirá a paliar el déficit de zonas verdes que existe en el barrio de Nervión.
Las obras ya están finalizadas y el Consistorio espera recepcionar el parque en “cuestión de días” a falta de resolver pequeños flecos y de comprobar con Dragados, la adjudicataria final, que todo está en orden. Paralelamente, según fuentes municipales, se ha licitado un contrato de mantenimiento para la zona (la convocatoria ya está en su fase final) que será provisional a la espera de que el gobierno municipal del PSOE determine el nuevo modelo general de mantenimiento y gestión de las zonas verdes de la ciudad, que se está revisando actualmente.
Múltiples retrasos
La trayectoria de las obras de este parque ha estado plagada de atrasos, incumplimientos en contratos y sobrecostes. La construcción se anunció en 2013 y el proyecto ya estaba planificado en el PGOU de 2016.
La primera fecha anunciada fue en la época de Alfredo Sánchez Monteseirín (PSOE) en 2008, pero las obras no empezaron hasta 2010 (fueron adjudicadas el 20 de noviembre de 2010 a la empresa Copcisa) y se iniciaron en agosto de 2010. Su coste inicial estimado fue de 3,8 millones de euros. En enero de 2012, con Juan Ignacio Zoido (PP) ya como alcalde, la empresa anunció la paralización de los trabajos por problemas en las certificaciones y el proyecto estuvo paralizado hasta enero de 2015 (el PP desbloqueó el proyecto en noviembre de 2014, en diciembre se lo adjudicó a Dragados y en enero volvieron las máquinas). Zoido, por aquel entonces emplazó la apertura del parque a antes de las nuevas elecciones municipales y después a agosto de 2015.
Con el PSOE ya en el gobierno municipal, el delegado de Hábitat Urbano, Antonio Muñoz, indicó que la zona verde estaría lista para finales de noviembre o principios de diciembre de 2015, pero finalmente los vecinos no podrán disfrutarla hasta este mes de abril de 2016.
Los problemas económicos y los frenazos al proyecto durante todos años han provocado un sobrecoste para las arcas municipales que han tenido que hacer frente a varios pagos a las constructoras.
Para esta nueva fase del proyecto con el PSOE, en la que se han rematado las obras de urbanización, se ha empleado una partida de 1.247.099 euros, con lo que el coste final de las obras rondaría los cinco millones.
Un parque cargado de simbolismo
Con una superficie de 39.000 metros cuadrados (de ellos 27.000 como zona verde, 5.500 metros cuadrados de parcelas residenciales y 6.500 metros cuadrados que corresponden al centro cívico, comisaría y antiguo pabellón de la cárcel), el recinto alberga distintos espacios, con el agua como protagonista, que recrean los módulos carcelarios mediante la conservación de parte de la solería o la reproducción de las antiguas celdas con pérgolas. Para el pabellón de entrada de la cárcel hay un proyecto ya presupuestado para convertirlo en Centro de la Memoria Histórica.
