La Policía Nacional ha detenido en Sevilla a un hombre de 51 años acusado de atracar dos sucursales bancarias a las que accedía como un cliente normal, esperaba pacientemente en la cola sin ocultar su rostro y terminaba amenazando al director con un cuchillo de grandes dimensiones.
El ladrón, al que se le acusa de dos robos con violencia e intimidación, se apoderó de 4.000 euros en dos acciones en cinco días, según ha informado la Policía en un comunicado.
La investigación se inició tras la comisión, el pasado 17 de enero, de un robo con intimidación en una sucursal bancaria de Sevilla, a la que el atracador accedió a cara descubierta y tras colocarse en la cola esperó su turno hasta poder hablar con el director de la sucursal.
En ese momento le amenazó con un cuchillo de grandes dimensiones y le obligó a intentar acceder a la caja fuerte pero ante la imposibilidad de llevarse el dinero por el retardo en la apertura de la puerta finalmente optó por apoderarse de unos 750 euros en monedas que se encontraban en la zona del cajero y marcharse.
Previamente había amenazado a los empleados para que no lo siguieran ni activasen la alarma.
El segundo atraco ocurrió a los cinco días y con el mismo "modus operandi", accedió a la sucursal a última hora de la mañana y se entrevistó con el director, momento en el que sacó un cuchillo de una bolsa y lo amenazó para que le entregase el dinero del interior de la caja, tras lo que se llevó unos 3.000 euros.
Los agentes, tras estudiar distintas vías de investigación y el visionado de las grabaciones de seguridad y testimonios de los empleados, identificaron al presunto autor, conocido de los investigadores por emplear la misma táctica en un atraco en la primavera del 2015 por el que ya fue detenido y condenado.
Una vez localizado fue detenido en su domicilio, puesto a disposición judicial e ingresado en prisión.
