La abstención del PP, con el argumento de que “no es el instrumento adecuado para afrontar el problema”, sumada al voto negativo del PSOE sirvió para que el Pleno extraordinario del Ayuntamiento de Sevilla convocado a instancias de Ciudadanos, Participa e IU rechazara la creación de una comisión de investigación sobre la gestión del arbolado de la ciudad tras la frecuente caída de ejemplares en los últimos años, saldada con heridos de diversa gravedad y el fallecimiento de una persona víctima de la caída de una rama en el Alcázar.
Salvado el trance merced a la inestimable colaboración del PP, al que la investigación de la gestión del arbolado durante el mandato de Zoido habría colocado en una situación bastante incómoda, el gobierno de Espadas confirmó que está tramitando el expediente para un Plan Director del Arbolado Urbano.
Según el gobierno local, la redacción del Plan requiere de un asesoramiento externo que obligará a un expediente de contratación, aunque según la versión oficial serán técnicos municipales quienes coordinen los trabajos. El objetivo del Plan es establecer las estrategias para saber cómo mejorar el arbolado existente, qué especies se deben plantar o qué tipo de tratamiento hay que darles.
Más gastos
Asesoramiento externo significa gastar más dinero (hemos perdido ya la cuenta de los contratados en este mandato) en consultorías privadas para trabajos que ya están hechos o que pueden hacer los técnicos municipales si no hubieran sido olvidados o arrumbados en un cajón o no estuvieran preteridos en unos Servicios, como el de Parques y Jardines, desmantelados con la coartada de la crisis económica.
¿Pagar a terceros para que nos digan cuáles han de ser las estrategias a seguir para mejorar el arbolado? Se lo voy a decir yo gratis al Ayuntamiento. Bueno, no yo, sino José Elías Bonells, que siendo jefe de sección de Jardinería General y Viaria del Servicio de Parques y Jardines del Consistorio redactó en 2003, con motivo del PGOU que se aprobó en 2006, el documento titulado ‘La gestión moderna del arbolado urbano de las ciudades’, el cual, para más señas, sigue alojado en un servidor del Ayuntamiento y accesible desde el siguiente enlace:
https://
www.sevilla.org/servicios/medio-ambiente-parques-jardines/e-articulos-tecnicos/gestion_mod.pdf
Este texto se suma a los diversos informes redactados a lo largo de los años por Elías y otros técnicos municipales sobre nuestros árboles, de forma infructuosa, como demuestran dos casos a modo de botones de muestra. Parques y Jardines se vio obligado a renunciar a un área de su estricta competencia como son los árboles existentes en el campo de la Feria porque, contra el criterio de sus especialistas, la Delegación de Fiestas Mayores impuso e impone cuando así lo cree oportuno la poda salvaje de los ejemplares para que así luzca más el alumbrado del Real. Otrosí, Parques y Jardines llegó a la conclusión de que los plataneros no son una especie adecuada para Sevilla, pese a lo cual los sucesivos gobiernos locales los siguieron sembrando, por ejemplo en la avenida de Holanda, en paralelo a la ciudad deportiva del Betis. ¿Para qué sirven entonces los informes técnicos? ¿Pinta algo Parques y Jardines o sólo pinta para rellenar el organigrama municipal?
Profesionalidad
En su texto premonitorio de 2003, Elías nos da una y otra vez la clave de la cuestión: los problemas del arbolado se deben a una gestión incompetente, por falta de profesionales preparados. “¿Es el árbol un peligro?”, se preguntaba. Y respondía: “Muchas personas responderían afirmativamente. Yo puedo decirles que no. Los árboles no son un peligro; lo son en la medida en que los responsables de su vida y mantenimiento no los gestionan correctamente”.
Y continuaba: “¿Cómo podemos evitar muchos de estos casos en los que peligran la vida de las personas, o daños materiales importantes? Los árboles deben ser inspeccionados por profesionales competentes, con las metodologías de arboricultura moderna, evaluando su peligrosidad cuidadosa y sistemáticamente… Si existen situaciones de peligro, retiremos el árbol o adecuemoslo con podas hasta que la peligrosidad sea eliminada”. Podas sobre las que Elías sentencia: “La mala poda es a menudo el resultado de plantar un árbol incorrecto en el lugar incorrecto”.
Pabellón de Chile
De madrugada, durante el fin de semana previo al Pleno municipal sobre el arbolado, un ejemplar se desplomó e hirió de diversa consideración a siete jóvenes que se hallaban junto a la terraza del antiguo pabellón de Chile. Frente al silencio municipal sobre las causas del accidente (los bomberos se apresuraron a cortar el tronco caído en pedazos con una sierra), la plataforma Salva tus Árboles Sevilla difundió una nota acompañada por varias fotos en las que se veía cómo en 2016 el árbol desplomado era un ejemplar sano, con una copa proporcionada. En 2017, sin embargo, fue víctima de una “poda salvaje” que lo dejó mutilado, tras lo cual “el decaimiento del árbol -afirma el comunicado- es evidente, hasta su caída fatal en la que hiere a siete personas”.
A la vista de las imágenes, tomadas de Google Earth, la plataforma se pregunta: “¿Cómo no se hizo una inspección del ejemplar que aconsejase una intervención, incluyéndolo en la lista de los 2.500 (para talar)? ¿Qué rigor tienen los informes que sustentan las listas de ejemplares sanos y se olvidan de los árboles con riesgo de caída? Porque eso es lo que estamos viendo desde el principio de este verano: tala de árboles sanos y caída de ramas o de árboles enfermos que no se habían evaluado”.
Y prosigue la nota: “Como llevamos meses diciendo, la gestión de Parques y Jardines no está a la altura de las mínimas expectativas: falta total de transparencia, ya que se niegan sistemáticamente documentos que deben estar disponibles para la ciudadanía, como el inventario del arbolado de la ciudad; incumplimiento de la propia normativa municipal en cuanto a la no existencia de informes individualizados para cada ejemplar publicados antes del apeo; irregularidades en la ejecución (normativas de seguridad, titulación de los empleados de las contratas); miles de alcorques que continúan huérfanos tras años de promesas incumplidas, incluyendo cientos de ellos sellados y hormigonados; miles de árboles torturados en alcorques cementados que asfixian sus raíces y estrangulan su tronco, de árboles medio secos, torcidos, mutilados con muñones; árboles recién plantados que no reciben los mínimos cuidados que garanticen su supervivencia…”.
Espadas, como en tantos otros aspectos, heredó de sus antecesores un arbolado en tan lamentable estado que, tras un análisis de urgencia, los técnicos dictaminaron la necesidad de talar 2.500 ejemplares por el elevado riesgo de derrumbe sobre los viandantes. El caso del ejemplar desplomado junto al pabellón de Chile como probable resultado de la poda salvaje a que fue sometido el año pasado, demuestra que la gestión del arbolado no ha mejorado lo suficiente en este mandato y que la solución no consiste en externalizarla, sino en dotar de suficiente presupuesto y de profesionales cualificados el Servicio de Parques y Jardines, como hace 15 años demandaba José Elías.
Quince años, el tiempo que ya llevamos perdido.