Emasesa será la primera empresa municipal de Sevilla que contará con un plan de emergencia climática, cumpliendo así con el mandato aprobado en el Pleno del pasado mes de julio, donde la ciudad se convirtió en la primera de España en declarar el estado de emergencia climática. Previo a la ejecución de dicho plan, ha definido 50 medidas de actuación, un documento que se ha debatido esta mañana en el marco del II encuentro de las mesas asesoras del Observatorio del Agua.

Jaime Palop, consejero delegado de Emasesa, ha pedido la colaboración de las entidades y los expertos que forman parte del Observatorio para abordar temas tan "importantes" como la "obsolescencia de las infraestructuras". "Tenemos unas tarifas que no nos dan para pagar la reposición de las infraestructuras a una tasa adecuada y eso va a generar un problema importante porque va a suponer un problema de financiación y un esfuerzo seguro importante de los ciudadanos y los consumidores del área metropolitana". Con esta misma "transparencia", Palop ha confesado que ha sido "muy duro" para la empresa tener que subir, después de siete años, un 7% de media la factura del agua, aún no aprobada en Pleno. En este sentido, el consejero delegado de Emasesa ha reconocido que habrá que buscar "fórmulas y mecanismos para que los problemas a la sociedad sean los menores posibles".

 

En el documento de 50 medidas se dice textualmente que hay que "invertir de forma creciente y continua en la renovación de redes" para evitar que "podamos llegar en 15-20 años a colapsar el sistema y empezar a perder calidad". Con carácter inmediato, en 2020 "se deben abordar" actuaciones "urgentes" en la ladera del Carambolo (3,1 millones de euros), modernización de las instalaciones de cloración de la ETAP Carambolo (1,7 millones de euros), alimentación alternativa a Coria y La Puebla (500.000 euros), colector calle Secoya-Avenida Luis Uruñuela (2,5 millones) y adecuación colector Puerto-convenio Junta de Andalucía por 13,4 millones para remodelar la EDAR Copero, conectar las EDAR de Tablada y San Jerónimo al colector del Puerto y la adecuación de éste.

En el caso del colector de la Avenida Luis Uruñuela, Emasesa asegura que "en algunos tramos, ha llegado a la total pérdida del material de la tubería, con hundimientos que requieren costosas operaciones de reparación y que incluso podrían llegar a interrumpir el tráfico".

En total, y "por razones de seguridad y de garantía del servicio, y con independencia de las labores de planificación, en 2020", las actuaciones que "de manera urgente" plantea Emasesa superan los 21 millones de euros.

El plan de emergencia climática, con el horizonte temporal en 2030, "que está a la vuelta de la esquina", tendrá tres objetivos basicos: garantizar la continuidad de los recursos (reduciendo los consumos, que desde 1992 han bajado un 70%, y buscando nuevos recursos, concretamente aguas subterráneas), la calidad del agua y la preparación ante "eventos extremos", como puede ser el caso de la sequía, ha explicado Consuelo Juan, directora de Sostenibilidad de Emasesa.

Balance del encuentro

Las cuatro mesas asesoras, con 64 participantes y 30 entidades, han señalado al término de las sesiones de debate que, además de esos tres objetivos básicos debe incidirse en la transformación digital de la empresa y elaborarse un plan financiero para garantizar la viabilidad de las 50 medidas previstas.

 

Precisamente, en materia de financiación de las inversiones necesarias, el Observatorio del Agua planteó que se estudien tres vías posibles: tarifas, cánones especiales relacionados con la emergencia climática e impuestos generales.

Carmen Castreño, coordinadora de las empresas municipales, cerró el acto poniendo de relieve la labor de Emasesa en materia de reducción de fugas en la red y en educación sobre el uso responsable del agua.

Primer encuentro carbono neutral

El II Encuentro de las mesas asesoras del Observatorio del Agua, que hoy miércoles 27 de noviembre cumple de hecho dos años desde su puesta en funcionamiento, ha sido el primer encuentro carbono neutral organizado por Emasesa. Si hay que combatir la emergencia climática, qué mejor que hacerlo dando ejemplo. Por eso, la empresa ha realizado a los participantes una encuesta con la que obtener información sobre cómo habían llegado hasta Sevilla, desde dónde, con qué medio de transporte, dónde se habían alojado...

Además, Emasesa contabilizará la energía gastada para la celebración del evento, caso de la luz. ¿Cuál es el objetivo de todas estas mediciones? Pues conocer la huella de carbono de la jornada de trabajo. ¿Con qué objetivo? Pues además del de concienciar, la cantidad de carbono que se haya emitido finalmente se traducirá en una compensación en forma de créditos destinados a proyectos, amparados por la UE, que fomenten e impulsen un desarrollo sostenible.

Emasesa, al igual que el resto de las empresas municipales, trabajan así para cumplir con el compromiso adquirido por Sevilla con su declaración de estado de emergencia climática, con la que la ciudad asume la “severidad de la crisis a la que nos enfrentamos”, en palabras de la coordinadora de las empresas municipales, Carmen Castreño.