El Banco de Donación de Leche Materna del Hospital Universitario Virgen del Rocío ha reiniciado la recepción de donantes y hace un llamamiento a las madres lactantes para que compartan su leche con los recién nacidos enfermos y prematuros de Sevilla y Huelva. Las interesadas pueden ponerse en contacto con este servicio en el teléfono 955013867.
La situación excepcional de la pandemia originada por el COVID19 y el consiguiente estado de alarma decretado por el Gobierno, así como las medidas preventivas adoptadas por las autoridades sanitarias para la contención del virus SARS-CoV-2, obligaron a suspender temporalmente la recepción de nuevas donantes y la propia recogida de leche de las donantes activas. Gracias a las reservas de que se disponía, el Banco ha continuado durante todo este tiempo suministrando toda la leche que se le ha demandado y sin restricciones, según las indicaciones aprobadas.
En la actualidad, y dentro del plan de vuelta a la normalidad del hospital, se ha reanudado la actividad de captación de nuevas donantes y la recepción de leche donada. Los profesionales consideran que la leche materna de su propia madre es el mejor ‘alimento’ y el mejor ‘fármaco’ que pueden tomar estos pequeños para su recuperación, siendo la leche donada la segunda mejor elección. En ocasiones, hay madres que no pueden amamantar a sus hijos o no pueden extraerse suficiente leche materna, y otras con una secreción láctea superior a las necesidades de su bebé.
Los grandes prematuros, los bebés que nacen por debajo de la 32 semana de gestación o que pesan menos de 1.500 gramos son los grandes beneficiarios de este alimento. Otro grupo de pacientes que se beneficia especialmente de la leche donada son los recién nacidos que han precisado cirugía abdominal, así como los pacientes con cardiopatías congénitas graves, en el periodo más crítico de su evolución.
En principio, podrán donar todas las mujeres sanas con un estilo de vida saludable, que tengan bien establecida la lactancia tras cubrir las necesidades de su propio hijo. Así, deben estar amamantando, extrayéndose leche para su hijo o tener leche correctamente congelada en domicilio por un periodo inferior a 15 días.
Posteriormente, se les realiza una serología para descartar riesgo de transmisión de infecciones, dado que a través de la leche humana se puede transmitir algunas infecciones, tóxicos o fármacos que pueden producir efectos adversos en el receptor.
Frente a ello y para garantizar la seguridad de la leche donada, siempre se pasteuriza para que este procesamiento destruya los virus o bacterias que pudieran contener. En esta línea, el Banco se ha dotado de un sistema informático que registra la trazabilidad de los lotes de leche materna que se conservan. Desarrollan todo este proceso garantizando siempre la seguridad frente al riesgo COVID19 de donantes y personal implicado.