La Fiscalía ha dejado de solicitar la prisión permanente revisable para dos de los cinco acusados para quienes había pedido la máxima pena por los asesinatos de una mujer, su hija de seis años y un hombre en Dos Hermanas (Sevilla).
Por estos hechos, ocurridos el 16 de septiembre de 2017 en el número 168 de la calle Cerro Blanco, el Ministerio Público solicitó inicialmente un total de quince condenas de prisión permanente, tres por cada muerte para cinco de los siete procesados por este caso: el Pollino, su esposa, su padre, alias el Cabo, un monitor de boxeo y un amigo de este último.
Durante la novena sesión del juicio con jurado popular que se está celebrando en la Audiencia Provincial de Sevilla, la fiscal ha hecho saber al magistrado-presidente y a las defensas que ha modificado sus conclusiones respecto al monitor, apodado el Tapita, y su amigo, conocido como Quino, para quienes ahora reclama un total de 84 años de cárcel por los asesinatos, 28 por cada víctima.
Según han informado fuentes judiciales a Efe, la fiscal estima la atenuante de confesión, de modo que en el caso del Tapita reconoce que sin su colaboración no habría sido posible encontrar los cuerpos, enterrados en una fosa séptica que se rellenó con hormigón y mortero, mientras que de Quino destaca que se entregó voluntariamente a la Policía.
Esta circunstancia atenuante permite rebajar la pena en un grado, aunque la acusación pública mantiene su relato de los hechos, según el cual ambos participaron en el secuestro de la víctima masculina, conocida como el Turco, y cuando abandonaron la escena del crimen antes de que comenzasen las "ejecuciones" ya sabían lo que les iba a ocurrir a las víctimas, que estaban "indefensas", y "no hicieron nada por evitarlo".
Otras modificaciones introducidas por el Ministerio Público atañen al padre del Pollino, al que ahora también acusa de la detención ilegal de la mujer y su hija, con una petición de once años de prisión en total, y a los cinco procesados por asesinato, para quienes añade el ensañamiento.
No hay ningún cambio respecto a las otras procesadas, una amiga del Tapita que se expone a diecinueve años como cómplice del secuestro y asesinato del Turco; y la madre del Pollino, para quien la Fiscalía reclama siete años y medio por encubrir al monitor y su amigo.
Las representaciones de las familiares de la mujer y la niña, por un lado, y la hija del Turco, por otro, también han modificado sus escritos y han retirado la acusación por grupo criminal contra los siete encausados.
Durante la sesión de este viernes ha comparecido el policía que analizó las balas halladas en los cuerpos y las vainas encontradas en una botella enterrada junto a los cadáveres, quien ha explicado que los proyectiles son característicos de "la caza y el tiro deportivo" y "no tienen mucho nivel de penetración", a lo que ha añadido que el arma, un revólver de calibre 38 especial, "no puede ser casera, sino de curso legal".
También han declarado varios psicólogos que han tratado a los familiares de las víctimas y todos han coincidido en que padecen trastorno por estrés postraumático
