Tras perder -de nuevo- contra el Real Madrid, el Cádiz de Sergio se termina de acercar al abismo del descenso. Con un partido menos, eso sí, este equipo firma una de sus peores rachas históricas en Primera división. Sin ganar desde el 1 de septiembre y enganchando malos resultados con malas sensaciones, nos encontramos con que, curiosamente, no estamos en descenso. 3 equipos firman el peor inicio de la historia de la humanidad, Almería, Granada y Celta, que nos permiten respirar por encima de nuestras posibilidades. Y es que, ahora mismo y con esta proyección, la salvación estaría en… ¡22 puntos!!
Las sensaciones con Granada y Almería es que están muertos y desahuciados, pero el caso del Celta es bastante dispar: Sus 8 puntos no reflejan ni su juego, ni las ocasiones generadas, ni su dominio de los partidos; todo lo contrario. Muchas decisiones arbitrales en contra y demasiados infortunios los condenan a estar ahí abajo, con una media inferior a 0,6 puntos por partido, una catástrofe sin precedentes para el año de su centenario. Si al Celta le da por cambiar la racha, Mallorca y Cádiz son los primeros damnificados, a expensas de lo que ocurra este miércoles. Después, un Sevilla en continua crisis institucional y deportiva, respira de forma entrecortada con 12 puntos en 14 partidos, una media que años anteriores le llevaría al descenso antológico pero que le permite, por ahora, conservar el pellejo intacto.
Esta puntuación tan baja por parte de los equipos llamados a luchar por la salvación se explica por el buen momento de forma de los equipos de las “clases medias aspiracionales”, es decir, los Girona, Athletic, Real Sociedad e incluso Betis, que están firmando campañas notables y sobresalientes, y contra los que cuesta puntuar. Ahora mismo, un equipo que firme 5 victorias y unos cuantos empates a final de temporada se podría salvar perfectamente. Contando que esto no sea siempre así y que Celta y Mallorca mejoren algo su marca, debemos de subir al menos a las 7 victorias necesarias para sostener la categoría. 7 victorias (21 puntos) y 10 u 11 empates parece una media aceptable en la Liga con la mayor desigualdad que se recuerda. La pregunta entonces es, ¿puede este Cádiz ganar 5 partidos más? ¿Puede arrancar una sexta victoria si fuese necesaria? Ahora mismo parece complicado.
Y es que con los actuales mimbres, la respuesta no es demasiado esperanzadora. La actitud del equipo deja que desear, los planteamientos de Sergio no terminan de dar con la tecla y, lo que es más grave, la infinita saturación de la sala de espera en la enfermería cadista. Un equipo de Primera no puede tener una preparación física de 2B. Ya no es solo que nuestros rivales terminen físicamente mejor que nosotros cada maldita jornada, sino que las lesiones musculares --o molestias, como le llaman ahora-- son el pan de cada día en un equipo que tiene 13 jugadores aceptables y 2 o 3 repuestos menos que decentes. Plantilla corta más lesiones igual a catástrofe anunciada. Hay que hacer muchos cambios, sí, puede que también en el banquillo. Pero si queremos salvarnos del descenso más barato de la historia bien podríamos empezar por sustituir a los preparadores.