España es uno de los países del mundo más afectados por la
pandemia del Covid-19. El
ratio de muertes por millón de habitantes deja a España en un muy mal lugar, porque nuestro país se sitúa en primera posición de ese fatídico ranking, compitiendo en esa estadística con Bélgica.
Todo parecen malas noticias con el coronavirus, desde la propia
crisis sanitaria, que tiene al sistema de salud a punto de desbordar, hasta las
trágicas cifras de desempleo que ya se están haciendo públicas y que amenazan con ser aún más sangrantes.
Desde muchos estratos de la sociedad ya se habla de
iniciar cuanto antes la desescalada, siempre y cuando la situación sanitaria se controle un poco, porque de lo contrario, será my costoso recuperar la economía de este duro golpe.
En el continuo torrente de noticias preocupantes se van colando poco a poco cifras cada vez menos sangrantes de número de contagios y fallecidos, así como algunas informaciones que hablan ya de
posibles vacunas y
tratamientos efectivos para dentro de unos meses.
No obstante, más allá de noticias positivas y negativas, también hay quien está sacando
rédito económico y comercial de la pandemia, o al menos lo está intentando.
Qué posibilidades económicas ofrece el Covid-19
En estas semanas se están iniciando proyectos de investigación encaminados a hallar una vacuna contra la enfermedad cuanto antes. De los
más de 100 proyectos de investigación actuales en todo el mundo, aproximadamente una decena se encuentra ya en fase de ensayos clínicos, según la
Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres.
Uno de los estudios más esperanzadores está siendo desarrollado en la
Universidad de Oxford, donde ya se han empezado a realizar pruebas en humanos y, si todo avanza de manera óptima, podría tener como resultado el lanzamiento de una primera vacuna en el mes de septiembre.
Este proyecto cuenta con el respaldo del gobierno británico, ha afirmado Mat Hancock, ministro de Sanidad del Reino Unido. El estudio está dirigido por
Sarah Gilbert, profesora de vacunología del Instituto Jenner, y se ha desarrollado a partir de una versión debilitada de un virus del resfriado común (adenovirus) de chimpancés, modificado para que no pueda afectar a humanos.
El Instituto Jenner, de la Universidad de Oxford, está asociado con la
sociedad italiana Advent-Irbm, un grupo que opera en biotecnología molecular que ofrece desde su web información detallada sobre estos avances.
Si finalmente este proyecto resulta exitoso, l
a vacuna no podrá comercializarse en España con el nombre comercial de “Covid-19”, ya que un empresario madrileño ha solicitado inscribir en el Registro de Marcas y Patentes esa denominación.
Este empresario optó por solicitar el uso exclusivo del nombre de la enfermedad para su propio uso, aunque en realidad este no tenga relación directa con la situación de la pandemia. El caso no es exclusivo ni único,
son muchos los que han optado por intentar sacar rédito comercial y económico de esta situación.
En muchos otros casos, los intentos de registro de marca sí guardan relación directa o indirecta con la enfermedad: v
enta de productos sanitarios, asociaciones de afectados y víctimas,
formación en salud e incluso instituciones públicas que quieren poner en marcha algunas aplicaciones móviles.
Ante las muchas dudas
sobre registrar una marca internacional, la Oficina Española de Patentes y Marcas (OEPM), se mantiene en suspenso, al menos en su actividad presencial. A día de hoy, parece poco probable que la OEPM autorice el nombre de la enfermedad para registrar una marca, por vulnerar uno de los supuestos que marca la Ley de Marcas de 2001, que excluye las denominaciones contrarias a la ley, el orden público y las buenas costumbres.
¿En qué grado de desarrollo se encuentra el proyecto de Oxford?
Las posibilidades de hallar una vacuna para el coronavirus en los próximos meses van a depender en gran medida de los avances que logren estudios como el que está llevando a cabo el
Instituto Jenner de la Universidad de Oxford.
En una primera etapa clínica, este centro hará partícipes a
1.112 voluntarios de los
551 recibirán una dosis de la vacuna potencial del Covid-19, mientras que
otros 551 servirán como grupo control y se les inyectará una dosis sin producto activo.
Los 10 participantes restantes recibirán dos dosis de la vacuna experimental en un periodo de tiempo de cuatro semanas.
El equipo liderado por la profesora Gilbert estima en un 80% las posibilidades de éxito. De manera paralela al estudio, la investigación prevé producir un millón de dosis hasta septiembre, para tener disponibilidad suficiente antes de finales de año en caso de que la vacuna sea efectiva.
Sacar rédito económico sin investigar en sanidad
Universidades, hospitales y centros de investigación trabajan incansablemente para encontrar tratamientos que resulten de utilidad cuanto antes. Pero existen otras
vías para apoyar en la crisis sanitaria y obtener con ello un respaldo o
reconocimiento social sin buscarlo.
Así, algunas
marcas en la lucha del Covid-19 son Inditex, Santander o Mercadona están trabajando todas en su sector y prestando todo el apoyo posible para salir de esta situación cuanto antes. El caso más reseñable es el de Inditex, que ha puesto a disposición del Gobierno material y su logística para acelerar los envíos de material sanitario, además de aportar donaciones millonarias a la causa.
Muchos ciudadanos acudirán a estas marcas que en tiempos de crisis han trabajado socialmente para mejorar la situación de todos. Al fin y al cabo, el apoyo en tiempos de crisis es
la mejor política de responsabilidad social que puede llevar a cabo una organización. No obstante, esto se enfrenta por completo al interés económico que se ha despertado en muchos otros agentes, tanto empresarios como emprendedores.