No es ninguna novedad que poco a poco se ha ido recuperando la normalidad en cuanto a las restricciones sanitarias. De hecho, tras dos años de parón se han reactivado celebraciones tradicionales y multitudinarias como las Fallas, la Madalena, los Moros y Cristianos, además de procesiones, ferias y mercadillos. Aunque no todos corren la misma suerte, ya que por tercer año consecutivo no se llevará a cabo el mercado de
l’Escuraeta.
Un mercado con más de seis siglos de historia cuyas 28 paradas abren con motivo de la festividad de la Mare de Déu hasta la fiesta del Corpus.
Pero en esta ocasión, las razones de no llevarse a cabo poco tienen que ver con restricciones sanitarias, sino porque comerciantes y Ayuntamiento tienen argumentos encontrados que han provocado que las típicas paradas artesanales de barro en miniatura no se abran en Valencia.
De un lado, los comerciantes aseguran que el Consistorio debería haber publicado los requisitos y las bases para que se celebrase.
Además de buscar un lugar alternativo a la Plaza de la Reina, dónde se ha realizado tradicionalmente, que sigue cerrada al público por las obras de peatonalización cuya fecha estimada para que finalice es en julio de este año.
Por su parte, el Ayuntamiento de Valencia alega se han tramitado los expedientes de autorización convenientemente, previa presentación de solicitud por parte de los interesados, pero no ha habido petición de los comerciantes dentro del plazo.
Sea como fuere, lo único que queda claro es que este año tampoco se va a poder disfrutar de un mercado tradicional compuesto de 28 puestos, donde se venden productos artesanales únicamente de cerámica, y cuyo origen se remonta a la época de Jaume I, cuando los comerciantes colocaban las tiendas junto a la Catedral de Valencia para vender sus obras.