Era uno de los elefantes más longevos de Europa. Solamente otros dos machos, con 45 y 47 años, le han superado en edad.
Su muerte ha sido repentina y no había evidencia que pudiese prever lo ocurrido. Según explica Bioparc Valencia, la actividad del animal este jueves «se desarrolló con absoluta normalidad y se encontraba perfectamente, incluso durante el entrenamiento veterinario, donde el personal técnico tiene un trato más próximo». A primera hora de la mañana, con el inicio de las rutinas diarias de control, se encontró muerto al animal.
Kibo nació en Alemania y llegó a Valencia en 2013 procedente de Boras (Suecia) por recomendación del Programa Europeo de Reproducción de Especies Amenazadas (EEP) del elefante africano para convivir con seis hembras y un macho más joven.
El parque zoológico ha asegurado que Kibo era perfectamente reconocible por su impresionante tamaño y por tener un solo colmillo. Además, en estos años, su singular carácter ha conseguido que fuera un animal especialmente querido y admirado por el equipo que se ocupaba cada día de sus cuidados.