La Guardia Civil de Huesca ha hallado el cadáver de un montañero en la zona de la ladera cara sur de la Cresta de Culfreda, en el término municipal de Gistaín, en el Pirineo oscense, tras precipitarse desde una altura de 300 metros por una ladera con nieve y rocas. Se trata de un varón de 50 años, vecino de Pamplona, que había desaparecido el pasado 24 de mayo.
Un particular alertó este lunes, 26 de mayo, a la Benemérita de la desaparición de un montañero que desde el pasado 24 de mayo había dejado su vehículo estacionado en el Refugio de Tabernes y su última posición conocida era en el Pico Culfreda, según ha informado el instituto armado.
Tras recibir el aviso, la Guardia Civil de Huesca activó un dispositivo de búsqueda en el que participaron efectivos del GREIM de Boltaña y Unidad Aérea de Huesca. Sobre las 14.30 horas del mismo lunes localizaron a una persona con signos incompatibles con la vida, tras haberse precipitado unos 300 metros por una ladera con nieve y roca en la Cresta de Culfreda.
El cuerpo fue evacuado y trasladado en la aeronave hasta la helisuperficie de Boltaña, donde lo esperaban los servicios funerarios para trasladarle al Instituto de Medicina de Huesca.