Ocho jornadas tiene por delante el Real Jaén para soñar todavía con el ascenso directo. El cambio de rumbo en el juego, en las prestaciones del equipo blanco y, sobretodo, en la credibilidad se han instalado en los últimos partidos desde la llegada de Roberto Peragón al banquillo. Pero como todo, hay que confirmar el hecho de que el equipo blanco es otro que difiere mucho de la etapa bajo la tutela de Emilio Fajardo y para eso tiene ante sí uno de esos partidos que van a marcar en los próximos cinco compromisos si lo que queda por delante se tratará de asegurar el segundo puesto, de estar en la Copa del Rey, de preparar el play off para llegar al 200% o incluso de cazar al Torremolinos en La Victoria cuando ambos se enfrenten si los malagueños siguen fallando.
Para el duelo en La Juventud no hay bajas confirmadas por parte de los blancos aunque el concurso de Carlos Fernández está en duda. Esta semana ha pasado revisión médica por el percance que sufrió ante el Melilla y no parece grave. De todos modos, el cuerpo técnico está a la espera de la evolución de ubetense para ver si entra en la convocatoria definitivamente. En ese caso, la versión del Real Jaén variaría en Mancha Real donde Mario Martos podría ocupar la plaza en ataque del delantero. Por detrás, todo apunta a que el regreso de Adri Paz será una realidad. Los blancos podrán disponer de la dupla que se entiende sin mirarse en La Juventud para jugar una nueva final por mantenerse con vida en la lucha por el título en el que el equipo del ex técnico del Real Jaén, Aybar, puede ser determinante. Los verdes no están demasiado finos en las últimas jornadas y solo ponen en juego la posibilidad de avanzar hacia una salvación antes de que se termine la Liga. Si no es en esta jornada, será en las siguientes porque equipo tiene el Mancha Real para lograrlo sin apuros y sin caer a la zona de los posibles arrastres al final del curso.
Hay mucho en juego aunque el Real Jaén seguirá segundo aún perdiendo, pero haberse encaramado a la Copa tras hacerle un siete al Atlético Melilla le ha dado un plus a un equipo que sabe que se encontrará a un rival complicado, en un terreno de juego donde los locales aprietan y ahí es donde se deben ver las virtudes de un equipo que ha cambiado su cara desde que cayera ante el Atlético Malagueño. Un traspié que significó el final de la era Fajardo, de la flor, de la maceta y que abrió de par en par las puertas a un aire fresco al juego de un Real Jaén que supo levantarse ante el Málaga City y al que no le tiembla el pulso para arrollar como sea al que se le ponga por delante. Es día de reválida en La Juventud, pero también para ganar mucho con vistas al futuro inmediato.
