Según explicó la Junta en un comunicado, el emisario de Tarifa data del año 1994 y vierte las aguas residuales del municipio, una vez pretratadas, a una distancia de 1.800 metros de la costa. En verano de 2007 ya fue necesario realizar una reparación en la conducción debido a roturas puntuales.
En mayo de 2008 se produjeron nuevos daños de importancia debido a los temporales, una situación que se agravó en marzo de 2010 debido a las condiciones meteorológicas de este invierno. Así, la tubería está rota en un punto situado entre 400 y 500 metros de la costa y un tramo de unos 150 metros flota hacia la superficie. A la pérdida de esos 150 metros de tubería se une el deterioro de anclajes.
Como consecuencia de estos daños, el colector vierte las aguas a una distancia de entre 400 y 500 metros de la costa en lugar de los 1.800 metros previstos.
Tras una inspección de los desperfectos, desde la Junta de Andalucía se propuso una actuación consistente el reponer el trozo de tubería perdido, que quedará unido a los tramos que siguen hundidos, así como la revisión de los anclajes para sustituir los que se encuentren en mal estado.
Las labores se alargarán durante tres meses. Debido a las dificultosas condiciones de la zona para los trabajos submarinos por las fuertes corrientes y vientos el horario en el que se podrá actuar estará en muchos casos limitado.
Finalmente, detalló que el emisario dejará de verter aguas pretratadas para lanzarlas ya depuradas una vez que se ponga en marcha la futura EDAR de Tarifa. El pasado martes se presentó al Ayuntamiento el proyecto de esta instalación, que aún deberá superar la tramitación administrativa antes de emprender las obras.