Ni el tanto de Rubén Castro evitó el empate posterior de la UD Las Palmas que no obstante, pone por delante en el cruce de octavos al Betis.
Once con varias rotaciones en el equipo titular del cuadro verdiblanco. Paulao y Mario después de mucho tiempo volvían al centro de la defensa y Beñat junto a Rubén Castro en principio, partían desde el banquillo.
Primera mitad repleta de imprecisiones e igualdad entre las dos escuadras. La principal amenaza del lado verdiblanco era Jorge Molina, quien tuvo en sus botas las ocasiones más claras en los 45 minutos antes del descanso, sobre todo la que a punto estuvo de convertir en gol una doble oportunidad en área pequeña a bocajarro que Barbosa y la defensa canaria se encargaron de desbaratar.
Tras el intermedio, tanto locales como visitantes, salieron dispuestos a buscar la meta rival con más intensidad y electricidad en el campo. Ocho minutos bastaron para que Betis y Las Palmas por tres veces en cada portería, pudieran abrir el marcador del Insular. Instante el cual Mel daba entrada en el ‘56 a Rubén Castro (abucheado por el público canario) y Beñat al fragor del partido.
Sólo diez minutos le bastó al punta canario en el terreno de juego para colocar el balón en la escuadra adversaria con un sutil toque marca de la casa silenciando el estadio de Gran Canaria. El cuadro bético no sentenció y el exceso de confianza provocó que Chrisantus lograra las tablas en el ‘84. Al final, 1-1 y el valor doble de los goles que la dan cierta ventaja al Betis para el duelo de vuelta.
Castro siempre moja en su tierra
Paradójicamente, el equipo que le vio nacer como jugador es una de las ‘presas’ favoritas del delantero bético. Hasta en tres oportunidades, Rubén Castro ha conseguido marcar a la UD Las Palmas con tres escuadras distintas: Rayo Vallecano, Huesca y Betis. Esta vez no fue una excepción y pudo hacer su cuarto tanto.