Un gol Miroslav Klose, que le sitúa como máximo anotador en mundiales junto a Ronaldo Luiz Nazário de Lima (15), sirvió para que Alemania empatase hoy ante una excelente Ghana (2-2), resultado que deja en abierto el grupo G, que completan Portugal y Estados Unidos.
Mario Goetze en el minuto 52 adelantó a los alemanes, pero Andre Ayew (m.54) y Gyan (m.63) remontaron, hasta que Klose, de 36 años, entró a los 69 minutos para apagar el incendio y a los 71 empató en un córner.
Con este resultado, Alemania lidera el G con cuatro puntos, mientras Ghana es tercera con 1. Estados Unidos, que tiene tres, se medirá mañana en Manaos con Portugal, colista que no ha sumado.
Ghana desafió el poderío alemán con un magnífico despliegue físico y un incisivo juego por las bandas.
Kevin-Prince, el más irreverente de los Boateng, cumplió lo que había prometido antes de enfrentarse por segunda vez en un Mundial a su medio hermano alemán Jerome. "Lucharemos hasta la muerte contra Alemania", había adelantado.
Ante una refinada Alemania dirigida por virtuosos como Mesut Ozil o Mario Goetze, Ghana apeló al músculo, la disciplina y el contraataque. Una fórmula semejante a la empleada por Costa Rica en sus históricas victorias a Uruguay e Italia.
Y funcionó en muchas fases. Las dos mejores ocasiones del primer tiempo cayeron del lado de las Estrellas Negras.
Kevin-Prince y Muntari ensayaron dos trallazos que Neuer despejó con los puños.
La lentitud de los defensas alemanes, sobre todo los laterales, la exploraron flechas como Atsu o el propio Gyan.
Cuando la selección europea logró librarse de la intensa presión ghanesa, se aproximó a la meta en jugadas muy elaboradas, pero que acababan sin un chute a puerta.
Así ocurrió cuando Ozil, el mago alemán, se descolgó a la izquierda o a la derecha y sus centros estuvieron cerca de conectar un remate victorioso, como sucedió con Muller, cerrado por la defensa cuando iba a enganchar un franco disparo.
También Goetze estuvo muy cerca de servir al desgarbado Muller. Joachim Low, consciente de las carencias en el juego exterior, dio cancha en el intervalo al lateral Mustafi y retiró a Boateng, un central reconvertido a defensa derecho.
Tony Kroos recuperó el mando en el segundo tiempo. Sirvió desde la derecha y Goetze la empujó como pudo, un híbrido de remate que dio en la frente y en la rodilla. Fue un gol heterodoxo, pero fue gol.
Pero Ghana no demoró en responder. Tres minutos después, en el 54, Andre Ayew ganó a tres defensores por alto y cabeceó para la igualada.
El desconcierto alemán se hizo entonces patente. Lahm perdió el cuero y Gyan, desmarcado, fusiló a Neuer. Minuto 63 y Alemania empezó a correr detrás del marcador. Jordan Ayew pudo dar la puntilla, aunque pecó de egoísta cuando tenía a Gyan mejor posicionado.
Pero los recursos germanos son variados. Si el juego trenzado no funciona, se opta por el directo. Klose y Schweinsteiger fueron llamados al rescate.
En el 71, dos minutos más tarde de ingresar, Kroos botó un córner al punto de penalti, Hoewedes la peinó y Klose, con la caña lista, rebañó el balón para remacharlo a la red.
El ariete de la Lazio, de 36 años, lo celebró con su habitual voltereta. Y no era para menos. Acababa de igualar los 15 goles en Campeonatos del Mundo del brasileño Ronaldo Nazário.
Fueron entonces los africanos los que se desestabilizaron. Muller rozó de nuevo el gol en dos jugadas de calidad con Ozil como protagonista principal. La defensa de Ghana se empleó con pulcritud.
Las Estrellas Negras no se cansaban de correr. Su porte físico es admirable y su ambición por marcar el tercero también. Gyan remató desviado en una contra, respondida por Klose inmediatamente. Ajustó demasiado su tiro. El tiempo se agotó y ambas selecciones deberá esperar al último partido.