Rudy Fernández y Felipe Reyes tiraron de oficio y galones para conducir al Real Madrid, en el segundo partido de la eliminatoria final por el título ante el Barcelona, a la victoria (87-78), a igualar la eliminatoria (1-1) y a viajar al Palau con todas las opciones abiertas.
La salida del Real Madrid con respecto al primer partido fue como el día y la noche. Acierto ofensivo al margen, la defensa madridista fue operativa desde el segundo uno y la actitud del equipo en general mostró la cara buena.
El Barcelona pese a esperarse la reacción del rival y salir con los mismos argumentos no pudo desembarazarse de la presión a la que fue sometido ni estuvo tan eficaz a la hora de contrarrestar al rival.
Un acertado Darden en los primeros compases del choque (7-2, min. 3) fue el autor de las primeras ventajas madridistas. Otro cambio radical y fundamental para los intereses de los locales, ya que cogieron el mando en el marcador desde el primer momento y no lo cedieron en ningún momento.
El Barcelona, con el liderato de Juan Carlos Navarro, intentó capear el temporal de la mejor manera posible y que no aumentara la diferencia demasiado para que no fuera insalvable.
El 24-14 con el que finalizó el primer cuarto fue un fiel reflejo de lo ocurrido en la pista. En el segundo, la igualdad fue mayor y de hecho acabó con empate a dieciséis. El Madrid no quiso seguir arriesgando al límite y el Barcelona tampoco acabó de dar el paso definitivo para intentar igualar el luminoso.
Mejri, autor de seis puntos, cinco rebotes y dos tapones, fue el verdadero animador de estos diez minutos, en los que debutó fugazmente para hacer una defensa a Marcelinho en la última jugada, Dontaye Draper, lesionado desde hace más de dos meses.
Al descanso, 40-30 y Tomic 4 puntos, con Nachbar y Marcelinho sin estrenarse en el marcador. Por si fueran pocas diferencias, el Madrid también ganó, en el ecuador del partido, por 26-15 en el apartado reboteador.
Rudy salió dispuesto a romper el partido definitivamente y cuatro minutos y medio después y con 8 puntos suyos en este tiempo, prácticamente lo consiguió (52-37, min. 24.30). El Barcelona, con Tomic desaparecido, estaba a punto de arrojar la toalla y ahorrarse energías para los dos próximos partidos en Barcelona.
Fue el propio Real Madrid el que volvió a dar alas a su rival, al relajarse en actitud. Marcelinho comenzó a hacer daño con 7 puntos en tres minutos (56-49, min.28) y Laso, atado a una silla por su lesión en el tendón de aquiles, pidió tiempo muerto para impedir males mayores.
Aún así, el 58-51 con el que terminó el tercer periodo dejó la puerta entreabierta para que los azulgranas pudieran intentar algo en los diez minutos definitivos.
Oleson la abrió un poco más con un triple inicial (58-54) que sembró de inquietud las repletas gradas del Palacio de Deportes madrileño, pero Carroll, Chacho, otra vez Oleson y otra más Chacho convirtieron los dos primeros minutos de juego en un duelo a triples sin fallo (69-57, min, 32.20) del que salió victorioso el equipo local.
El Madrid se encontró con otro agujero negro en ataque y volvió a dejar que el Barça se acercara de nuevo, 73-67 a falta de cinco minutos para el final. Rudy y Felipe no lo permitieron. Tiraron de oficio para ganar el partido por 87-78, igualar la serie (1-1) y viajar a Barcelona con todas las opciones abiertas.