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El ejército sirio expulsa a los yihadistas de la ciudad de Palmira

Este avance de las fuerzas gubernamentales, anunciado hoy por el régimen, ha tenido lugar tras varios días de duros combates y de que el EI lograra penetrar en la urbe y dominar una zona del norte

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Las tropas del régimen sirio expulsaron hoy a los combatientes del grupo yihadista Estado Islámico (EI) del interior de la ciudad de Palmira, cuyas ruinas están incluidas en la lista del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco, aunque los combates prosiguen en sus alrededores.

Este avance de las fuerzas gubernamentales, anunciado hoy por el régimen, ha tenido lugar tras varios días de duros combates y de que el EI lograra penetrar en la urbe y dominar una zona del norte.

Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, al menos 295 personas han muerto en Palmira y sus alrededores desde que comenzó hace cuatro días la ofensiva del EI, entre ellas 57 civiles, 123 efectivos de las tropas del régimen y 115 yihadistas.


Una fuente militar, que pidió el anonimato, explicó a Efe que las tropas recuperaron el control de la ciudad, en el centro de Siria y habitada por unas 70.000 personas, y agregó que los extremistas huyeron por el desierto.

Los combates estuvieron acompañados por decenas de bombardeos de la aviación militar del régimen contra los milicianos del EI, lo que causó la muerte de decenas de yihadistas, añadió la fuente.

El presidente del Observatorio Sirio de Derechos Humanos, Rami Abderrahman, confirmó a Efe por teléfono que los radicales fueron expulsados "totalmente" del interior de la urbe, pero insistió en que los enfrentamientos continúan en su periferia y cerca de la cárcel.

El EI mantiene, además, el control de las poblaciones de Al Ameriya y Al Sujna, el campo de gas de Al Hil y las zonas de Al Hafta y Al Arak, todas próximas a Palmira.

Los aviones del Ejército leal al presidente Bachar al Asad efectuaron también bombardeos hoy contra Al Sujna, en los que perecieron al menos cinco personas y quince sufrieron heridas.

En esta localidad, así como en Al Ameriya, el EI asesinó entre el jueves y el viernes a 49 personas, incluidos nueve menores y cinco mujeres, así como 23 familiares de funcionarios locales.

Sobre la situación sobre el terreno, la agencia oficial siria, Sana, informó de que el ejército eliminó hoy al último grupo del EI que quedaba en Al Ameriya y que los yihadistas también fueron expulsados de las colinas circundantes de la ciudad de Palmira.

El grupo terrorista sufrió "grandes pérdidas en hombres y pertrechos" en esa zona, en el campo petrolero de Arak y en las granjas del norte y este de la ciudad, añadió una fuente militar citada por Sana.

Además de albergar las ruinas arqueológicas de la capital de la mítica Zenobia, Palmira tiene una importancia estratégica, ya que sirve de enlace entre la provincia siria de Deir al Zur -uno de los bastiones del EI- e Irak con los alrededores de Damasco.

Por su parte, el gobernador de Homs, Talal al Barazi, explicó que el ejército está peinando la zona y que ha desactivado artefactos explosivos colocados por los yihadistas en la zona.

Al Barazi agregó que las ruinas arqueológicas, situadas en el suroeste de la ciudad, están a salvo.

Ubicada en un oasis, Palmira fue en el pasado uno de los centros culturales más importantes del mundo antiguo y punto de encuentro en el siglo I a. de C. de las caravanas en la Ruta de la Seda, que atravesaban el árido desierto del centro de Siria.

El mayor edificio de Palmira es el templo de Bel, dedicado a la deidad suprema babilonia y cuyo techo, ya desaparecido, estaba originalmente recubierto de oro.

Pero si hay algo distintivo de Palmira es su vía principal con su gran columnata: este camino, que daba la bienvenida a los comerciantes de las caravanas se extiende a lo largo de 1,3 kilómetros con 750 columnas alineadas a ambos lados.

Como explica la Unesco, la conocida como "novia del desierto" estaba en una encrucijada de civilizaciones y en ella se mezclaron técnicas grecorromanas, con tradiciones locales e influencias persas.

Antes del inicio del conflicto en Siria en marzo de 2011, las ruinas de Palmira, con sus teatros y templos, eran uno de los principales centros turísticos del país árabe.

Esta localidad es uno de los seis lugares arqueológicos sirios inscritos en la lista del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco, junto a los cascos viejos de Alepo, Damasco y Busra; el Krak de los Caballeros y las aldeas antiguas del norte.

El EI ha destruido importantes sitios arqueológicos en Irak, como la ciudad de Hatra, de hace más de 2.000 años y también declarada Patrimonio de la Humanidad, lo que hace temer ataques similares en Siria.

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