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Jerez

Un taxista socorre a una parturienta con final feliz

Un coche de la Policía local les fue abriendo paso hasta llegar al Materno Infantil, donde el personal sanitario la atendió directamente en el interior del taxi

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  • Juanma Contreras -

Juanma Contreras es taxista. Ayer, poco antes de las ocho menos cuarto de la mañana, recibió un aviso para recoger a una cliente en la barriada San José Obrero con destino al Hospital de Jerez. Se trataba de una joven a punto de dar a luz. Sin embargo, cuando llegó al domicilio se encontró con que el bebé ya había nacido. “Estaba con el bebé en brazos y perdía sangre”, comenta. Su primera reacción fue pedir una ambulancia y llamar a la Policía, “pero la calle estaba un poco escondida, y como la veía perder tanta sangre temía que la ambulancia no llegara a tiempo, así que decidimos llevarla de inmediato en el taxi al Hospital”.

La arroparon con una manta y la ayudaron a subir con mucho cuidado al coche. Les acompañaban el padre de la joven y otra hija pequeña, “que no paraba de llorar, la pobre”, apunta. Al salir de la barriada se cruzaron con un coche de la Policía que, inmediatamente, se ofreció para abrirles paso hasta el Materno Infantil.
No fueron más de cinco minutos, pero muy intensos. “Aún era de noche, estaba lloviendo y mi empeño era llegar cuanto antes, incluso se nos cruzó algún que otro coche, pero pese a la tensión y los nervios, lo conseguimos”.

Ya en la puerta del hospital avisaron rápidamente a urgencias y salieron varios sanitarios para atender a la joven parturienta. “Primero le hicieron una serie de preguntas sobre cómo había sido el parto, cómo estaba el bebé y rápidamente cortaron el cordón umbilical y se llevaron a la recién nacida -era una niña-. Después llegaron otros médicos que empezaron a tratar dentro del taxi a la joven hasta que llegó una camilla y la trasladaron al interior del hospital”.

Juanma pudo respirar ya aliviado, aunque no lo hizo definitivamente hasta que un poco más tarde regresó al hospital para comprobar cómo se encontraban la madre y la pequeña. “Estaban perfectamente”. La inesperada aventura había acabado con final feliz.

La primera vez

Según confesaba el taxista Juanma Contreras, ésta era la primera vez en sus años de profesión que se tiene que enfrentar a una situación de este tipo. Afortunadamente, todo salió bien.

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