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El jurado declara culpable de todos los cargos al parricida de Ubrique

Consideran probados dos delitos de asesinato con alevosía, uno de ellos con ensañamiento en el caso de Laura, la hija mayor, y un delito de abandono familiar

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  • El acusado -

El jurado popular que ha seguido el caso contra Juan Márquez Fabero, conocido como el parricida de Ubrique y acusado de matar a sus dos hijos de cuarenta cuchilladas en el domicilio familiar, ha dado a conocer su veredicto en la noche de este lunes, considerándolo culpable de todos los cargos que se le imputaban.

Tras seis horas de deliberación, el jurado ha alcanzado su decisión por unanimidad y lo declara culpable  de dos delitos de asesinato con alevosía, uno de ellos con ensañamiento en el caso de Laura, la hija mayor, y un delito de abandono familiar, así como ha pedido al tribunal que se reconozca que la que era su novia mintió durante el juicio.

Algunos miembros del jurado y de la familia de las víctimas no han podido romper a llorar tras la lectura del veredicto, mientras el acusado ha permanecido impasible todo el proceso.

Juan Márquez Fabero, que insistió en el juicio en que sus hijos se habían matado entre ellos, había sido acusado de asesinar a sus dos hijos, de 19 y 16 años, de 40 cuchilladas en su domicilio de Ubrique, en la madrugada del 6 de octubre de 2014.

Tanto el fiscal como las acusaciones particular y la popular solicitaron que el acusado fuese condenado a 25 años por el asesinato de su hija Laura, a 20 años por el asesinato de su hijo Juan Pablo y a seis meses de prisión por el abandono de este hijo, menor de edad.

Los hechos se produjeron unos diez meses después de que muriera de cáncer la esposa del parricida y madre de las víctimas.

Tras el fallecimiento de la mujer, Juan Márquez comenzó una relación sentimental con una joven marroquí vecina de Ubrique.

La negativa de los hijos a que esta mujer se instalara en la vivienda familiar desató el enfado del parricida, que, según han relatado las acusaciones, desatendió por completo las necesidades más básicas de los hijos, mientras a su novia le alquilaba un piso y le pagaba una cirugía estética en las mamas.

La desatención de sus hijos fue tal que Laura, de 19 años, tuvo que dejar sus estudios universitarios en Sevilla para regresar a Ubrique y ocuparse de su hermano, de 16 años.

El crimen se produjo días después de que Juan Márquez recibiera una carta en la que los servicios sociales del Ayuntamiento de Ubrique le citaban para intentar una conciliación familiar, un proceso que inició su hija Laura en un intento de conseguir ayuda ante su desesperación por la imposibilidad de hacer entrar en razón a su padre.

El parricida cogió el cuchillo con el que despedazaba cerdos en las matanzas cuando sus hijos, les atacó con él reiteradamente, cerró la puerta de la casa con llave y huyó al monte, a unos seis kilómetros del pueblo, después de arrojar el cuchillo.

Allí fue capturado horas después de cometer el crimen por agentes de la Guardia Civil, a los que confesó que había matado a sus hijos porque le tenían "harto".

Una confesión que después ha variado con una nueva versión que las acusaciones han tachado de "delirante" y el fiscal de "vil cobardía".

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