Hace casi dos años y medio que el vecino de Arcos Manuel González comenzó su particular guerra contra la droga motivado por un caso familiar, coincidiendo con el regreso de la heroína, una droga que en los años ochenta causó auténticos estragos en la población y que ahora parece experimentar un cierto repunte.
Esta semana, por fin, ha logrado constituir su asociación legalmente, para lo que ha estado asesorado en todo momento por la plataforma antidroga del Campo de Gibraltar y especialmente por su presidente, Francisco Mena.
A partir de ahora, Manuel González demanda al Ayuntamiento de Arcos que cumpla con su compromiso de dotarlo de un local que pueda actuar como sede de la asociación y, por ende, poder atender a la población. En este sentido, se ha comprometido a denunciar cuantos casos le lleguen sobre posibles puntos de venta de droga y de personas que se dediquen al tráfico de estupefacientes. No hace mucho, Manuel González se convirtió en un látigo para un supuesto narcotraficante de heroína que hoy día continúa en prisión.
El contacto
Ya que de momento Arcos Contra la Droga carece de una sede, Manuel González atiende los casos en su propio domicilio, en el número 31 de la calle Alta. Su teléfono es el 666 23 15 69.
En estos momentos trabaja en la organización de una nueva manifestación contra la droga que podría celebrarse en unos meses, coincidiendo con el primer aniversario de la celebrada el pasado año sin demasiado éxito social. En este sentido, Manuel González demanda más colaboración e implicación de la sociedad arcense porque -recuerda- ninguna familia está libre de un problema de drogodependencia en un momento dado.
Otras acciones
En su planing de trabajo figuran otras acciones, como charlas en los institutos, conferencias, reuniones sectoriales y otras encaminadas a la promoción de su asociación y a la lucha contra la droga.
Manuel González cree que su intervención en la vida social de Arcos ha servido y está sirviendo para acabar con algunos puntos de venta de droga, y está convencido de que su presión social está “asustando” a más de un camello, incluso más que las propias fuerzas de seguridad. Así lo ha testimoniado ante ‘Viva Arcos’.
