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Curioso Empedernido

Visión de futuro

Ante la crisis económica, mientras el gobierno de Zapatero ha intentado frenar sus efectos negativos y preservar la cohesión social, manteniendo todas las prestaciones sociales, el PP sólo se ha dedicado a tensionar y crispar la situación política...

Ante la crisis económica, mientras el gobierno de Zapatero ha intentado frenar sus efectos negativos y preservar la cohesión social, manteniendo todas las prestaciones sociales, el PP sólo se ha dedicado a tensionar y crispar la situación política, intentando desgastar al ejecutivo y no planteando en ningún momento soluciones alternativas para encontrar la salida a la misma ni arrimando el hombro como han hecho otros partidos en su misma situación, en la Europa desarrollada a la que pertenecemos.
Es la clara diferencia entre ser patriotas y ejercer la demagogia, con el único propósito del corto plazo y conseguir un puñado de votos. En estos momentos, cuando parece que se inicia la recuperación económica, y desde una perspectiva y sentido de Estado, hay que afrontar la transformación de nuestro modelo productivo, para hacerlo más competitivo e innovador y, al mismo tiempo, social y ambientalmente sostenible. El pasado viernes día 27, el gobierno de España, ha aprobado una nueva Ley, que no es la panacea para todos los problemas, pero que debe suponer un gran paso para el futuro de nuestro país. Una norma, que esta pensada en recuperar el crecimiento, sin perder un ápice nuestros derechos sociales, y que tiene como eje el conocimiento, el desarrollo tecnológico y la innovación. Además en la que se intenta evitar los errores cometidos, con más controles por parte de los reguladores, con más desarrollo, con una administración más ágil y eficaz, con mayor protección de nuestro medio ambiente, con un urbanismo a la medida de las personas y no de los especuladores, con el uso de energías limpias y renovables y con el impulso al transporte y la movilidad. La comparecencia del presidente Zapatero, el pasado miércoles día 2 dejo claro la estrategia para este crecimiento económico sostenible. La postura del PP, no nos sorprendió en absoluto, ya que es más de lo mismo: culpar de todo a los otros sin decir cuales son sus fórmulas mágicas para que superemos la actual situación y abordemos el futuro de España. Lo del PP, que tilda a la ley de franquista, y su líder de pega, el señor Rajoy, no es una mirada hacia delante, es la marcha del cangrejo, ya que ante la posición de los distintos países, organismos internacionales, economistas y expertos en el sector financiero, ellos no nos dicen que hay que hacer y en el peor de los casos nos predican el volver a las políticas que aplicó su maestro Aznar en 1996. No se enteran, que esta crisis, para el mundo entero, es la más grave de los últimos sesenta años, que ha marcado un antes y un después, y que si queremos volver a crecer económicamente, no nos sirve las medidas de hace catorce años, porque el mundo y España han cambiado radicalmente y estamos en el 2010, y hemos de impulsar una nueva economía. Esta ley no es papel mojado, ni una buena declaración de intenciones, sino que nace con el segundo apellido, es decir con dotación económica, 25.000 millones de euros entre los proyectos de inversión de carácter nacional y los fondos de inversión local. Tampoco son actuaciones de carácter sectorial, sino del conjunto de la acción del gobierno, que va suponer una reforma del sistema financiero y de los organismos reguladores, de la contratación pública y de la desgravación por compra de vivienda, el favorecer la internacionalización de las empresas españolas, la simplificación de la relación de las empresas con las administraciones, la lucha contra la morosidad. Además del lanzamiento de las empresas de servicios energéticos y su prospectiva en el horizonte de 2020, la movilidad sostenible debe suponer un fuerte impulso fiscal a la rehabilitación de viviendas y al alquiler así como a la investigación, desarrollo e innovación para el sector privado. Tenemos un reto en los próximos diez años, y es el no repetir el modelo neoconservador, de una economía desregulada, de enriquecimiento rápido y sin ninguna solidez, sino que hemos de ir hacia un nuevo modelo sostenible, con reglas claras y el objetivo de procurar la cohesión y el bienestar social.

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