El lunes de la semana pasada, los aspirantes a realizar su formación postgrado como médicos residentes (MIR) comenzaron el proceso de elección de plaza, que concluirá el 10 de julio, con el rechazo de colegios profesionales, sindicatos y academias de formación.
El centro de estudios AMIR recuerda que la asignación se llevó a cabo hasta el año 2019 de forma presencial en el Ministerio de Sanidad por tandas de 300 alumnos por la mañana y otros 300 por la tarde. En mayo de 2020, en plena desescalada, el Gobierno planteó que el trámite se hiciera de forma telemática pero los alumnos se movilizaron por Twitter y el Tribunal Supremo les dio la razón, de manera que se ofreció la opción tradicional o virtual.
Este año, el Ministerio de Sanidad planteó nuevamente la elección telemática y concretó que se llevaría a cabo en un único acto, lo que desató protestas nuevamente de manera que la Administración central reculó en parte, manteniendo la obligatoriedad telemática, pero estableciendo turnos de 400 alumnos por jornada que tendrán hasta el mismo día de la adjudicación para modifical el listado de preferencias.
El Gobierno, no obstante, insiste en una reciente respuesta parlamentaria que el sistema de elección electrónico no es nuevo y que desde 2015 se adjudican de esta manera exclusivamente las plazas de las titulaciones de Farmacia y ámbito de la Biología, la Química, la Física y la Psicología; en el 2020, añade el Ejecutivo, se hizo del mismo modo de forma exclusivamente electrónica la adjudicación de 2.061 plazas de la titulación de Enfermería sin que se produjeran incidencias.
Las fuentes de AMIR consultadas consultadas celebran la marcha atrás del Ministerio de Sanidad pero tampoco bendice la solución adoptada porque “elimina la elección en tiempo real, que es el más justo para todos los opositores”.
“Todo se ha hecho tarde y mal”, lamenta, por su parte, María Pardo, vocal de Médicos en Formación en Huelva del Consejo Andaluz de Colegios Médicos (CACM). Cuando los estudiantes se presentaron a los exámenes, que son muy exigentes y después de tanto esfuerzo, “ni siquiera sabían cómo iban a elegir plaza y cuándo iban a incorporarse a su puesto de trabajo”. Posteriormente, “tal y como plantearon las cosas Gobierno y Ministerio, si un opositor ocupaba el puesto 5.600, tenía que consignar telemáticamente 5.559 preferencias. Era una auténtica locura”, explica. “Todo ello -agrega-, sin saber qué había elegido el opositor justo antes que tú”.
Pardo no se da por satisfecha e insiste en que lo ideal es que el sistema de elección se haga de forma presencial o, en el peor de los casos, mixta, y teme que “esto sea un parche” ante la convocatoria de 2022. Para la actual, teme un importante impacto sobre el abandono de plaza.
Vicente Matas, miembro del Centro de Estudios del Sindicato Médico de Granada, coincide en que “se van a producir renuncias”, aunque admite la dificultad para valorar en su justa medida el fenómeno porque “no existen datos actualizados por especialidad y comunidad autónoma sobre los abandonos y la recirculación”.
Los últimos registros indican en cualquier caso que, en números absolutos, Medicina de Familia es la que tiene un mayor número de abandonos, dado que a finales de 2018 se deberían estar formando 6.925 médicos pero únicamente se contabilizaban 6.712 (-3,08%); le seguían, en este orden, Medicina Interna (-2,17%) y Traumatología (-2,54).
Por otro lado, según los datos obrantes en el Ministerio de Sanidad, entre los años 2015 y 2019 (última anualidad con registro), en el caso de los MIR, 2.093 ocuparon una plaza cuando ya en anteriores convocatorias habían ocupado otra.
No es el único problema acuciante. Matas apunta que se ha pasado de convocar casi 7.500 plazas para comenzar la formación en 2010, 6.948 para médicos, a 8.566, de ellas 7.989 para médicos, este año.
Sin embargo, ha habido anualidades en las que no se han cubierto todas las convocadas, un porcentaje importante de las plazas fueron cubiertas por médicos extracomunitarios y se ha incrementado el número de egresado de las facultades que, a la postre, se encuentran sin opciones de opositar u opositan y no pueden continuar su formación obligatoria para poder ejercer en los servicios públicos de salud de España y el resto de la Unión Europea (UE).
A todo ello hay que sumar los descensos de plazas convocadas en los años 2013 y 2016, que ha llevado a acumular un importante déficit de plazas.
“El riesgo -advierte Matas- está en que nos enfrentamos al incremento de jubilaciones de médicos ahora y en los próximos años y vamos a necesitar a más profesionales”. Los datos del último informe del Consejo Andaluz de Colegios Médicos concluye que el 47% de los facultativos de la comunidad tienen más de 55 años y es previsible que estos se jubilen en los próximos diez años.
Asimismo, alerta que el año pasado se convocaron en Andalucía 1.244 plazas MIR (127 plazas más que 2019); teniendo en cuenta estas jubilaciones quedarían 2.022 plazas para cubrir cada año, lo que en su caso supondría un déficit de 778 plazas MIR por cubrir anualmente.
Además, durante el año pasado se contabilizaron 1.002 traslados de facultativos a colegios de otras provincias o al extranjero. Si bien 479 traslados fueron entre las distintas provincias andaluzas, 474 lo hicieron a otros colegios de España y 49 fuera de nuestras fronteras.
Matas considera que “es urgente la planificación a medio y largo plazo para garantizar la formación de los egresado de las facultades y la reposición de las plantillas”.
