El tiempo en: Jaén
Viernes 26/04/2024  

A(Em)prendiendo

Riesgo y efecto marco

Cada cosa que hacemos (y no hacemos) en nuestra vida supone algún tipo de riesgo. No obstante, no estamos constantemente haciendo balance de pros y contras

Publicidad AiPublicidad AiPublicidad Ai
  • A la derecha, el ingeniero Alberto Fernández. -

Cada cosa que hacemos (y no hacemos) en nuestra vida supone algún tipo de riesgo. No obstante, no estamos constantemente haciendo balance de pros y contras. Pero cuando se trata de decidir entre emprender o no la cosa cambia, y entre los principales “contras” está la incertidumbre sobre el futuro, la aversión al riesgo y el miedo al fracaso. De manera automática se aplica la teoría de la utilidad esperada de Bernoulli (1738), que propone que las personas toman decisiones evaluando las diferentes opciones disponibles y asignando una utilidad subjetiva a cada una en función de la probabilidad de ocurrencia y la utilidad asociada a los posibles resultados.

Algunas personas pueden considerar que emprender supone afrontar alta incertidumbre y riesgo, y calculan la utilidad esperada de emprender versus otras alternativas, como mantener un empleo estable. Si una persona evalúa que las probabilidades de éxito en el emprendimiento son bajas o que los posibles resultados negativos superan a los positivos, puede optar por no emprender en base a la maximización de su utilidad esperada. Desde esta perspectiva, incentivar el emprendimiento es complicado, ya que implica intentar aumentar las probabilidades de éxito del emprendimiento o buscar garantizar que los resultados positivos superan a los negativos.

Otro enfoque, el efecto marco, propuesto en 1979 por Daniel Kahneman (Premio Nobel de Economía en 2002) y Amos Tversky, sugiere que las personas toman decisiones basándose en la forma en que se presenta la información, en lugar de simplemente en la información en sí misma. Para conseguir este efecto presentar casos de éxito de emprendedores puede ayudar a cambiar la percepción de riesgo, resaltando el potencial de aprendizaje y crecimiento, incluso en casos de fracaso. Es importante también crear entornos de apoyo, con mentores y recursos que den respaldo.

En SECOT – Jaén hemos tenido la suerte de poder apoyar los inicios de la empresa Happymami (https://happymamilactancia.com/), liderada por Alberto Fernández, un ingeniero en organización industrialde la Universidad de Jaén que ha creído en su proyecto y no para de aprender, con el objetivo de facilitar la lactancia materna con el primer y único biberón diseñado a medida. Después de más de tres años de esfuerzo y aprendizaje,Happymami está entre las 15 startups más prometedoras de España. Aunque siempre hay riesgos, ojalá sirva como estímulo para enfocarse más en las posibilidades y menos en los miedos.

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN