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Lunes 17/06/2024  

Jaén

El Real Jaén pasa a la segunda ronda en una prórroga agónica

Un nefasto arbitraje condicionó el partido, que terminó con empate sin goles, al no ser expulsado el meta por tocar un balón con la mano fuera del área

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7.485 almas blancas empujaron a los suyos

Esto de los play off es de esas cosas en las que hay que tener el corazón entrenado. La afición del Real Jaén lo tiene desde hace más de 100 años, pero parece que el respeto por el club desde fuera y desde el estamento arbitral es muy diferente. Un pésimo arbitraje en la primera mitad condicionó lo que pudo haber adelantado a los blancos. Donde estaba el árbitro para no ver que el portero tocó con la mano fuera del área. Quizás se estaba mirando uno de sus músculos para ver si los 7.485 aficionados que había en La Victoria, aunque daba la sensación de 9.000, se los estaban mirado también. Tocó fuera del área, cuando Migue García se iba a quedar a puerta vacía y solo le sacó tarjeta amarilla por una acción más que punible. Vergonzoso, sin lugar a dudas. Incluso, porque el portero del Torre del Mar se estaba hasta aflojando los guantes porque sabía lo que le ocurriría. Pero ahí quedó la cosa y solo en una falta que Mario Martos lanzó por encima del larguero, mientras la afición se crispaba y Largo, aquel que dijo en el Matías Prats en un Real Jaén-Porcuna que el club blanco tenía que desaparecer, mandaba callar a la grada.

Esa acción determinante fue lo más propio de un árbitro que no está capacitado para un partido de semejante envergadura. Un partido en el que la primera mitad tuvo mucho de fútbol contemporizado y podo de ataque. Excesivo respeto entre ambos rivales y un Torre del Mar al que parecía que el resultado le valía. Buscando un partido largo, de muchos minutos y con poca chicha. El Real Jaén se contagiaba de esa parsimonia ante las almas blancas que se presentaron ayer. Mario Martos tuvo la mejor ocasión en el 26, pero el balón se fue por encima del larguero. El Torre del Mar inquietaba algo después de la pausa de hidratación pero el Arconada del Real Jaén estaba atento al juego, mientras la indignación de los aficionados locales crecía a golpe de segundos. Nada para el Real Jaén y todo el juego feo y de golpes del Torre del Mar no era punible. Pero la no expulsión de Alberto en el Torre del Mar cargó al Real Jaén con un ánimo diferente, más verticalidad y con un Óscar Lozano que en la banda izquierda era un puñal afilado. Mario Martos tuvo la ocasión más clara al final, pero el descanso llamaba a los jugadores para refrescarse y cuadrar otras ideas más claras que en la primera mitad. Las del musculoso árbitro, seguro que también porque si se pita hay que sancionar como se debe y no con tarjeta amarilla en una acción que condicionaba el partido.

La reanudación comenzó después de la reparación de la red de fondo sur. El Torre del Mar puso una presión alta que le hacía llegar, pero la defensa blanca estaba muy atenta. El Real Jaén se sacudió esa presión cuando volvió a tener la pelota, que era de lo que se trataba. Su rival bajó un poco las prisas porque el empate le llevaba a la prórroga y confiaba en su físico ante los blancos, que no encontraban el modo de hilvanar la jugada con la que abrir el marcador. Impreciso el Real Jaén, trataba de serenarse ante un Torre del Mar que cambió una marcha y comenzó a correr más. Pero eran como unos cambios de ritmo que luego le hacían bajar la intensidad. El Real llevaba y robaba arriba. Mario Martos tuvo una que se fue fuera, pero el remate imperial de Pablo de Castro en el lanzamiento de una falta de Adri Paz levantó a cada aficionado de su asiento. Ahí estuvo una de oro para el Real Jaén que le caía el balón dentro del área visitante y no lo remataba a la red.

Probaba Mauro desde lejísimos, pero tampoco porque Alberto hacía una gran parada enviando a saque de esquina. El Torre del Mar paraba el ritmo con jugadores que se dejaban caer por cansancio, mientras el Real Jaén se sostenía sin cambios en el once inicial, quizás pensando en que llegaría la prórroga para estar más fresco. Era un quiero y no puedo del Real Jaén. Más corazón que cabeza. Sin oxígeno en un partido que era de alta tensión.

El Real Jaén estaba presentando credenciales de estar fundido. Solo un cambio en el minuto 85. Sorprendentemente, buscando la prórroga el que se consideraba superior en la eliminatoria por haber quedado segundo y haber arrastrado a una marea blanca que pedía oxígeno para los suyos. El siguiente en entrar era Carlos Fernández con la prolongación. Un equipo desecho el local.

Y llegó la prórroga

Y llegó la prórroga, con la mente en el pésimo arbitraje, aquella no expulsión del portero visitante y con media hora más en la que el empate le daba el pase al Real Jaén. Se refrescaban las bandas en la prórroga por los blancos, pero el mejor seguía siendo Pablo de Castro. El de Algeciras era el que más peligro generaba a balón parado con su presencia en el área. Soberbio el jugador del Real Jaén, que seguía teniendo ante sí el tiempo a favor porque el empate le daba el pase a la siguiente roda. Joseliyo tenía ganas y una internada suya no fructificó en el gol porque tras un regate disparó sin potencia. Los extremos blancos le daban al Real Jaén algo de profundidad, pero el tanto continuaba resistiéndose. El Torre del Mar no le perdía la cara al partido y en el mejor remate de Antonio López, el ex delantero del Real Jaén la enviaba fuera.

Los nervios eran una constante en ambos bandos, pero el Real Jaén seguía clasificado cuando llegó el descanso de la prórroga. Un gol anulado en una triangulación de cine del Real Jaén, dejó sentir el supercalifragilisticoexpialidoso en La Victoria. De Castro estaba para pocas bromas porque su físico le daba para lo justo. Se le subían los isquios y pedía el cambio. Pero aguantaba como un jabato. El Torre del Mar tenía el partido donde quería, para buscar otra como la que tuvo Antonio López en el primer tiempo del tiempo extra. Con todos al área y consciente de que el Real Jaén no estaba para correr. Será que Fajardo, con el crossfit dejó el tanque de gasolina en la reserva para una competición que en play off es demasiado exigente.

De Castro dijo basta y Cancelo saltó al campo, obligando a Javi Moyano a jugar de central. Antonio López era la solución del rival para buscar el gol ese con el que se te queda el pecho frío, pero tampoco acertaba ante la portería de Javi Sánchez.  Los últimos cinco minutos se hacían eternos para un Real Jaén que solo trataba de repeler los centros al área del rival. Javi Sánchez hacía de santo a un remate de Largo abajo. El meta de los blancos muy atento. Achicaba agua un Real Jaén mientras la afición sufría y se tiraba de los pelos. En una jugada en el área del Real Jaén, con un jugador en el césped, el árbitro expulsaba a Arturo por protestar, mientras Largo trataba de reincorporarse. Pasaba el tiempo y se esperaba el cartelón con lo que faltaba. Dos minutos y Carlos Fernández se pegó una carrera que Alberto volvió a sacar.  Fue lo último de una clasificación donde se jugó con fuego por aquello de tener el empate a favor. Eso sí, si alguien marcó un golazo fue la afición del Real Jaén.

 

 

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