Bruselas ha coronado a uno de los ciclistas jiennenses con una trayectoria donde la palabra éxito sería como su tercer apellido. Mario Fernández, que ya se enfundara un maillot arcoíris en 2019 cuando ganó el mundial de contrarreloj y fue subcampeón en ruta, suma a su inacabable palmarés otro oro increíble después de ganar en Bélgica el Campeonato del Mundo de Gravel. Un éxito más a sus 60 años que le hacen continuar pedaleando en la disciplina que sea y con el que se ha sacado la espina también de las dos citas mundialistas en Dinamarca en crono y ruta, donde la fortuna le jugó una mala pasada en la primera y el bloque que tiró tras él en su escapaba abortó cualquier opción de pelear por los metales salvo al sprint. Ahora sí. Ahora, Mario Fernández vuelve a lucir el maillot arcoíris en una disciplina ciclista que es mucho más que dura por que el asfalto da paso a caminos de tierra más duros que el sterrato de alguna clásica.
“Sabía que tenía piernas y que llegaba en muy buena condición física para tratar de ganar o estar en el podio y así ha podido ser al final”, señalaba Mario Fernández, que cruzaba la meta en primer lugar después de parar el crono en 4:13:19 tras cubrir una distancia de 134 kilómetros por tierras de Flandes en una exigente competición: “Había que estar preparado para una carrera de este tipo. La temporada para mí ha sido dura porque hemos afrontado tres mundiales y en este ha sido donde hemos vuelto a subirnos a lo más alto del podio. No es nada sencillo lograr un título como este porque hay un nivel muy alto, pero la preparación tan minuciosa que hemos llevado nos ha reportado el éxito que deseábamos”.
