Cuatro y veinte de la madrugada y una fuerte tormenta sobresaltaba a algunos jiennenses que compartían las imágenes en las redes sociales. No estaba en los pronósticos meteorológicos iniciales, pero el Lunes Santo amaneció con un cielo gris y con una lluvia que hacía presagiar lo peor. A la una del mediodía la calzada seguía mojada mientras que de fondo, en las calles del casco histórico, se escuchaba ya a la Tuna de Jaén entonando sus cánticos que luego dedicarían a Nuestra Señora de las Lágrimas a la salida de la Merced.
La Ilustre y Franciscana Cofradía del Santísimo Cristo de las Misericordias y Nuestra Señora de las Lágrimas, más conocida como Los Estudiantes, congregó a cientos de fieles en la última de la salida de las tres cofradías protagonistas de este Lunes Santo. Todas ellas decidieron desafiar al tiempo y echarse a la calle, pese a la amenaza de lluvia. Eso sí, con precauciones.
A las cuatro y cuarto ya se había reunido la Junta de Gobierno de La Amargura, la que tiene el itinerario más largo de toda la Semana Santa jiennense. Tras analizar los partes meteorológicos consultados decidió realizar estación de penitencia por las calles de la capital del Santo Reino. Se mantuvo la salida a las cinco menos cuarto pero se modificó el recorrido para recogerse una hora antes, a las once, debido al aumento de previsión de lluvia a partir de esa hora. Así, pudieron celebrar sus 25 años de hermandad por las calles de Jaén.
También realizó su estación de penitencia una de las cofradías más jóvenes, la Hermandad de Jesús de la Caridad ante Caifás y María Santísimas de la Salud y San Eufrasio. Comenzaron su itinerario desde la Iglesia Parroquial Santa María Madre de la Iglesia desafiando al que sin duda fue el fenómeno meteorológico de la tarde del lunes, el viento. Fuertes rachas que han hecho que nazarenos tuvieran que aferrarse a sus capirotes y las mantillas peligrarán en algunos tramos.
Y así, las tres cofradías se resarcieron del dolor del año pasado, cuando ninguna pudo procesionar.