El Ayuntamiento ha dado por iniciada la obra de consolidación de la ladera oeste de Arcos; unos trabajos que se ejecutan a través de la empresa pública Tragsa y que concluirán en una primera parte en un año aproximadamente.
Se trata de la tercera fase de la actuación, que en su totalidad habrá concluido a lo sumo en tres años según los pronósticos del propio equipo de Gobierno.
Si bien el primer día de obras ha sido prácticamente un replanteo de los trabajos y para la instalación de la maquinaria precisa, las tareas iniciales serán la inyección de hormigón junto a los bloques de viviendas de La Verbena y la extracción del agua de la ladera. Una vez concluyan estas labores, los trabajos se centrarían en el arreglo en superficie de la barriada La Verbena y de los desperfectos que registran los bloques de viviendas.
Por lo pronto, las obras se realizan gracias a la aportación de un millón y medio de euros del Ministerio de Fomento, pero la idea es, y así lo confirma el alcalde Isidoro Gambín, que nada más termine esta partida se acople inmediatamente otro millón y medio de euros ya comprometidos por la Junta de Andalucía. En la parte económica, todavía se trabaja para lograr los restantes 1,8 millones que teóricamente aportarían la Diputación provincial y el Ayuntamiento, completando así una inversión final de casi cinco millones de euros.
Como que toda obra trae aparejada una serie de perjuicios, durante tres o cuatro meses los vecinos del bloque de viviendas R-5 no podrán acceder a sus garajes, pero la principal calle de La Verbena seguirá abierta a los peatones y a los vehículos de emergencia llegado el caso.
El delegado de Urbanismo, Manuel Garrucho, agradecía a los vecinos la paciencia mostrada ante estas obras que ya han sido comunicadas a los afectados, a los que se ha invitado estos días a retirar sus vehículos de la zona susceptible de la obra. No obstante, el Ayuntamiento trabaja para habilitar cerca una zona de aparcamiento.
Garrucho también ha agradecido las gestiones que particularmente ha liderado el alcalde para lograr la financiación para las obras, pero al igual que el propio regidor, se ha reiterado en que la aportación del Ministerio está por debajo de inversiones anteriores.
Gambín ha transmitido un mensaje de tranquilidad a los vecinos porque está convencido de que los trabajos se concluirán como indican los técnicos dirigidos por el ingeniero Emilio Yanes.
Por su parte, los vecinos afectados han agradecido la respuesta de las administraciones públicas para atender su grave problema, como señalaba el presidente Germán Márquez.
Hace doce años que comenzaron a detectarse los primeros problemas estructurales en las viviendas de La Verbena como consecuencia del corrimiento de terrenos. Desde entonces, se han ejecutado varias obras para estabilizar la ladera; un problema que ha dado la cara no solo en la mencionada barriada, sino en lugares como la urbanización Pueblos Blancos o en el propio centro urbano de la ciudad, con edificios y espacios públicos literalmente hundidos.
Cabe recordar que la zona ya ha sido sujeta de actuaciones anteriores, comenzando por la que llevó a cabo el Gobierno de la nación con el PSOE al frente, que destinó 900.000 euros, lo cual fue tildado de “insuficiente” por el PP de la época. Paradójicamente, la situación política ahora es la misma, el PSOE recrimina al Gobierno de la nación que un millón y medio es insuficiente respecto a porcentajes anteriores. En todo caso, son ya doce años de tira y afloja entre los gobiernos central, autonómico y local que ahora parecen dar sus frutos con el compromiso de todas las instituciones aún por materializarse.
Nombres ilustres de la política nacional han desfilado por La Verbena para confirmar su participación en las obras: Manuel Chaves, José Antonio Griñán, Alfredo Pérez Rubalcaba y, recientemente, el ministro Íñigo de la Serna, amén de decenas y decenas de diputados provinciales y autonómicos y todo tipo de representantes políticos. Mientras tanto, en la ciudad se suscita el eterno debate: si una obra tan costosa servirá realmente para detener el deslizamiento de terrenos y devolver la tranquilidad a los 300 vecinos que viven en La Verbena. El ingeniero Emilio Yanes, cuya autoridad en el tema es innegable, asegura que sí es posible mientras la actuación no se detenga y llegue a su fin como lo ha planteado su gabinete técnico.
