La comparsa de Chipiona regresó un año más a las tablas con la idea de aquellos que llegan a Cádiz para vivir “el sueño gaditano”, similar al americano, aunque “no lo compares” nos advirtieron en la presentación.
El primer pasodoble desarrolló una temática similar y volvió a repetir en la idea del tipo. El segundo, para los conflictos políticos y el independentismo catalán.
Los cuplés fueron para la moda de viajar a Tailandia y “comer bichos” y para su método para recuperarse cuando enferman. El popurrí mantuvo el nivel para realizar una digna actuación.