El cuarteto de Córdoba regresó un año más a las tablas del Falla para trasladarnos, este año, hasta el Polo Norte para contarnos las hazañas y las andanzas de tres esquimales que intentaron, sin mucho éxito, arrancar risas al público del Gran Teatro Falla.
La parodia, con pocos puntos pero con mucha ilusión, fue desarrollada con poco diálogo entre cada uno de los tres personajes y con diversos monólogos de los cuarteteros.
Los cuplés mantuvieron el nivel y apenas hicieron reír a los aficionados, que acabaron volcados con el figurante de la agrupación, quien tomó el protagonismo en el popurrí del cuarteto.