Los jueces deben estar hartos

Por muy impunes que puedan sentirse, los integrantes de cualquier asociación de delincuentes saben que en algún momento podrían vérselas con la Justicia y también saben que si no son capaces de controlar la situación pueden terminar sentados delante un juez que aplique las leyes para ajustar cuentas por las ilegalidades que hayan cometido. Por muy bien que esos delincuentes sepan cómo sortear la ley e incluso si controlan a algunos de quienes la imparten, siempre habrá una gran mayoría de jueces dispuestos a plantarles cara. Recuerdo la escena de aquella película en la que Alfonso Capone pierde la compostura al darse cuenta de que el juez y el jurado que iban a juzgarle eran totalmente imparciales.
Los gobernantes elaboran leyes que convienen a sus intereses y para ello necesitan anular el contrapeso que ejerce el Poder Judicial Cambiar las leyes para conseguir sus fines no está al alcance de cualquier delincuente, a menos que ostente la capacidad de legislar y eso solo pueden hacerlo los políticos que alcanzan el poder. A parte de cubrir sus fechorías, lo que más preocupa a los gobernantes que delinquen es que todas las leyes que decreten a su favor terminarán siendo administradas en los juzgados. 
Para mantenerse en el poder a toda costa, nuestros gobernantes han estado legislando “a la carta” para favorecer a quienes les apoyan y para eludir la responsabilidad de sus supuestos delitos, pero al final han tropezado con la profesionalidad de los jueces que no son una mera correa de transmisión para su aplicación, aunque deban atener sus actuaciones a las leyes vigentes. En un Estado de Derecho – como supuestamente lo es el nuestro – el Poder Judicial debe ser independiente de los Poderes Legislativo y Ejecutivo, por lo que no puede mostrarse indiferente cuando los políticos proclaman leyes cuya aplicación genera injusticia e indefencion, más aún después de que sus informes previos hayan sido desoídos.
Los gobernantes elaboran leyes que convienen a sus intereses y para ello necesitan anular el contrapeso que ejerce el Poder Judicial. Para ponerlo a su favor lo colonizan con sus partidarios los órganos decisivos del Poder Judicial, obstaculizan todo lo posible las actuaciones judiciales, insultan a los jueces y están elaborando leyes que pretenden modificar la carrera judicial con el objetivo de crear una magistratura “progresista” supuestamente mejor para la ciudadanía, pero que en realidad pueda manejar mejor el gobierno. Además, nuestro gobierno está haciendo un uso torticero de la fiscalía para eludir supuestas ilegalidades y está elaborando leyes para que sean los fiscales – no los jueces – los que instruyan las causas judiciales, para así poderlas controlar.
Ante el progresivo deterioro al que el gobierno somete a la Justicia en España, los jueces se han hartado de la situación y están planteando acciones. Los delincuentes que rodean a nuestro gobierno creen que van a librarse, pero antes o después caerán ante la Justicia. Fuerza y salud.