Va a tener que mirar un tuerto al Torremolinos, o que se le cruce un gato negro porque con poco más de un tercio de Liga consumido está ya a una distancia sideral para el Real Jaén. El tuerto y el gato negro sí que se le pasó al equipo de Fajardo en el Juan Manuel Azuaga donde tuvo algo más de media hora inicial que hacían pensar en que la cuarta victoria consecutiva podría ser real. Pero no lo fue por unos momentos de empanada que le costaron a los blancos ponerse por detrás y después ofrecer una segunda mitad de poco brillo, de casi nada y de poquísima intensidad.
La salida al campo del Real Jaén tuvo cinco minutos de tanteo con un Torre del Mar que se tenía la lección aprendida. Los locales conocían y sabían que la presión arriba es el punto del juego jiennense más importante. Sin demasiado juego local, los de Emilio Fajardo se hicieron pronto con el control del balón y empezaron a acechar la portería de Alberto. Los golpes del Real Jaén eran directos, pero no hacían el daño que pretendían los jiennenses. Mario Martos abría el camino de las situaciones de gol con un centro en el minuto 6 y en el córner posterior la tuvo Espín que no estuvo fino en el remate, como tampoco Martos al pegar un disparo que no encontró puerta. Desarbolaba el Real Jaén al Torre del Mar, pero le faltaba lo más importante, la puntería.
Ante la mala decisión en los disparos que se perdían, el Torre del Mar buscaba a Antonio López, pero el delantero de los malagueños no estaba todavía en el campo. Los que sí estaban eran los blancos, que seguían fallando arriba. Mario Martos erró un mano a mano y después de otro disparo por encima del larguero llegó un zapatazo en de Adrián Paz que tampoco encontró con su misil la portería.
Y tanto perdonar, llegó el gol del Torre del Mar por mediación de Ocaña que envió un disparo al palo y se coló dentro. Era el minuto 35. El Real Jaén lo había fallado todo hasta ese momento y en la primera que tuvo el equipo local abrió el marcador. Y ahí se acabó el Real Jaén. Desapareció porque tras encajar el 1-0 se quedó tirado en la lona, sin reacción y hasta el punto de que Pato pudo hacer el 2-0 en el 40. Entró el equipo de Fajardo en barrena porque era inexplicable cómo los jiennenses no iban por delante en el marcador y con una diferencia hasta cómoda, pero quedaba el segundo tiempo para despertar.
La reanudación no fue lo que se esperaba del Real Jaén. Salió como si se hubiera llevado un susto y se quedara con la cara blanca. Tenía el equipo el miedo en el cuerpo cuando encajó el 2-0 por mediación del ex delantero del Real Jaén Antonio López. En una jugada, además, donde no se puso tensión ni atención para despejar un balón que le cayó al pie para encarrilar un partido que tuvo desde ese momento a un equipo que no existía en el terreno de juego, que parecía que estaba pensando en el regreso a casa que otra cosa y ahí le atizaron el tercero por mediación de Emilio Cubo para dejar por delante media hora donde los de Fajardo parecían un pollo sin cabeza en el terreno de juego y no pensaron en que pese a perder el golaverage puede ser importante para el final del campeonato.
No se tuvo en cuenta esta cuestión porque para tener en la mente lo de alcanzar el primer lugar parece que se ha borrado de la cabeza. El plan A se ha esfumado en 12 jornadas y el discurso de que la Liga puede cambiar, variar y otras muchas cosas para ver si se caza al líder es una auténtica utopía, porque para pensar en esos aspectos el Real Jaén no puede hacer partidos como el de ayer, fundamentalmente en el segundo tiempo donde se vio una versión de un equipo que no puede considerarse aspirante al ascenso directo y mucho menos para el play off, porque para competir por esos puestos hay que hacer más cosas bien ante uno de los rivales directos, no solo durante media hora donde si no se resuelve el partido ya no hay nada que hacer.
La media hora final le sobró al partido incluso y eso es lo doloroso del asunto porque pese a lo complicado que era para remontar, se bajaron los brazos en una segunda parte donde ni entre los tres palos disparó el Real Jaén, salvo con el gol de Óscar Lozano, que ahora tiene que recibir al Almería B la próxima semana y tres días después viajar a visitar al Poli Almería si no se traslada la jornada. Y para colmo aún hay que viajar a Torremolinos, donde la distancia puede ser más grande. Incluso, al final de la jornada que terminará mañana, los blancos pueden volver a salir de la zona de play off y tener ante el filial del Almería un partido durísimo donde los haya porque puede despegar de los cinco primeros puestos a los blancos.
