Con la plantilla cerrada, aunque a la espera de un posible refuerzo Sub 23 que no está muy claro que llegue finalmente, el Real Jaén se presenta ante uno de los rivales a los que necesita ganar para mantener el segundo puesto de la tabla y demostrar su capacidad ante los rivales que con los blancos pelean para estar en el play off e incluso optar a recortar diferencias con el Torremolinos. Los de Emilio Fajardo llegan a un momento en el que el calendario comienza a no ser un falso llano. Los próximos cuatro partidos serán ante rivales que están en la pomada y salvo el Torreperogil, a Huértor Vega, Motril y Malagueño ha sucumbido en la primera vuelta el equipo jiennense.
Pero el Real Jaén ha sufrido una remodelación en su plantilla importante. Jugadores de categoría superior se han enrolado en el proyecto del club de La Victoria para buscar el ansiado objetivo de abandonar una categoría que parece un estigma para los blancos. La visita del Huétor Vega es como un punto de partida. Es comenzar a cimentar la llegada al sprint final de los diez últimos partidos donde sí va a estar la resolución de una temporada y en la que el entrenador del Real Jaén quiere superar junto a su equipo todo aquello que no se hizo bien en la primera vuelta.
Juampe y Mario Martos no estarán en la convocatoria. El marbellí arrastras problemas físicos y el centrocampista jiennense se resintió de su lesión la semana pasada ante el Huétor Tájar en el Miguel Moranto. Iriondo acaba de aterrizar en Jaén y dependiendo del estado de forma en los entrenamientos que realice podría tener una oportunidad para lucir el dorsal número tres ante un Huétor Vega que ha perdido un poco el paso al sumar 7 puntos de los últimos 18 que ha disputado. Se han recompuesto en el último duelo ante el Torreperogil, pero han perdido una posición de privilegio que buscarán recuperar ante el Real Jaén.
La racha de cuatro triunfos consecutivos y no conocer la derrota desde el 25 de noviembre son un balance contundente de un Real Jaén que en casa vuelve a jugar por la tarde, como su afición y jugadores desean, pero con el objetivo también de evitar sufrir como lo está haciendo en los últimos partidos. La Victoria debe ser más fortín que nunca porque se ve por el retrovisor al Torre del Mar, rival por el segundo puesto y por entrar en la Copa del Rey, mientras que por delante se divisa el coche del Torremolinos, pero para distinguir la matrícula es necesario no levantar el pie del acelerador para aprovechar cada frenazo de los malagueños, que esta semana van a un campo complicadísimo como el del Poli Almería donde solo han ganado Real Jaén y Malagueño.
