Todo aquello que emana del corazón tiene muchas opciones de llegar al de aquel que escucha. En el caso de lo acontecido este sábado, en el teatro Darymelia, fue ejemplo de ello. La Tuna Universitaria de Distrito de Jaén regaló a los cofrades de Los Estudiantes un maravilloso pregón, difícil de olvidar. Había mucha expectación por este XXXII Pregón del Estudiante, y tras él, nadie se marchó insatisfecho del teatro.
No cabía un alfiler en el teatro, incluso algunos cofrades tuvieron que presenciarlo de pie. Un pregón que fue televisado por 7TV Jaén y los perfiles oficiales de la Tuna, con el fin de hacer llegar a Jaén un amplio abanico de sensaciones que erizan la piel a Jaén cada Lunes Santo en el barrio de La Merced.
Cerca de 50 miembros de la Tuna de Jaén se subieron al escenario del Darymelia para pregonar el Lunes Santo, visto desde los ojos de un hermano cofrade de esta hermandad. José Luis Marín Weil, componente de la Tuna, y compañero de esta redacción, llevó la voz cantante de este pregón, recayendo en él el peso del mismo. También subió al atril el jefe de la Tuna, Rafael Romero Labella Cantero.
Previamente, fue Luis Morales Quesada el encargado de presentar a la Tuna, y tras él, Marín Weil tomó la palabra para emocionar a los asistentes desde el primer instante. El telón echado en su totalidad comenzó a abrirse, mientras la Tuna comenzó a interpretar ‘Virgen de Amor’. De espaldas al público, los tunos miraban frente a frente a una imagen de la Virgen de las Lágrimas. La Cofradía colocó sobre el escenario el frontal del palio para recrear así este momento tan esperado del Lunes Santo.
A partir de este instante, máxima atención para disfrutar de un pregón en el que se realizó un recorrido por la historia, recordando la estrecha relación entre la Cofradía de Los Estudiantes y la Tuna Universitaria de Distrito de Jaén. Hubo tiempo para recrearse en los preparativos del Lunes Santo, así como en la salida de la Virgen y la ronda de la Tuna. De igual modo, los pregoneros dieron especial protagonismo a las monjas de Santa Clara, al barrio de La Merced, o a Manolón y Frankie que ya descansan junto a su Virgen de las Lágrimas.
Como no podía ser de otra forma, la música acompañó al pregón en todo momento. Se interpretaron ‘Virgen de Amor’, ‘Mía’, ‘Jaenera salerosa’, ‘Himno de la Merced’, ‘Virgen de los Clavitos’, ‘Flor Marchita’, ‘Ave María no morro’ y el ‘Himno a Jaén’ para poner punto y final al acto.
Antes de la conclusión, la Cofradía entregó un recordatorio a la Tuna, y esta última hizo lo propio donando un azulejo de la Virgen de las Lágrimas, que será colocado en la parroquia de La Merced. Una recreación del mismo fue descubierta en el escenario, algo que sirvió también para recoger donativos destinados a las monjas de Santa Clara. La Cofradía también regaló a la Tuna fajines para cada uno de los componentes, recuperando así el uso del fajín que se impuso en los años 80.
