En la tarde del cierre de la Feria de San Lucas estaba el Real Jaén en Santo Domingo para buscar la quinta victoria consecutiva en un día donde Óscar Lozano se ponía la camiseta 100 veces ya para defender el escudo como si le naciera desde sus entrañas. Y ojo, que amor por el club al que llegó aquel año donde jugaba infiltrándose está fuera de toda duda, por eso ha renovado con los ojos cerrados un contrato que ya veremos si se cumple o no ante las ojeadas que le están dando desde equipos de Segunda División y Primera Federación para cazarlo en diciembre. Apunten nombres como Albacete, Málaga, Marbella o Antequera, según nos confirman de fuentes muy solventes en este mundo del fútbol.
En la bajada del telón de la feria estaba el Real Jaén mirando también de reojo a Porcuna porque Ángel Lara había abierto el marcador ante el Malagueño en el minuto 3 y eso significaba que la quinta victoria consecutiva podría servir para darle un recorte a los cuatro puntos que el equipo de Peragón se dejó en las dos primeras jornadas. Tanto mirar a ver si falla el segundo equipo del Málaga los blancos, con Mauro en la medular jugando casi como un libre adelantado, se perdían en balones horizontales y en un juego lento que neutralizaba a la perfección un Poli EL Ejido que saltaba al terreno de juego con la idea de aplacar los primeros minutos del Real Jaén y salir a la contra. En una de esas, a los diez minutos un envío al área le costó al equipo de Peragón tener que volver a mirarse el guión de los dos últimos partidos y no por cuestiones puntuales en los goles encajados. El gol de Cristo ante Javi Sánchez (qué problema habrá con la camiseta del portero que jugó con la de calentamiento) obligaba a una nueva remontada para sumar también la cuarta y a despertar a la mayor brevedad posible. Los locales continuaron con su guión y se defendían ante las internadas de un Lozano muy marcado que tuvo dos ocasiones para la igualada. Luego llegó un disparo soberbio de Mario Martos que repelió Godino, también protagonista en otra jugada de Óscar Lozano en el 26. No pudo volver a ser protagonista a la salida de un córner cuando Muñiz anotaba a la media hora el empate a uno, merecido por el Real Jaén que, no obstante sentía la necesidad de un organizador de verdad en el centro del campo como Adri Paz, baja por un golpe intercostal. Mauro tuvo otra en la salida también de un córner porque el Real Jaén, si es peligroso, es a balón parado, pero no en la fluidez de un juego que salvo la de Mario y Mauro hacía que el conjunto ejidense no se sintiera incómodo defendiendo para llevar el partido hasta el descando.
Si el primer tiempo volvía la vista a Porcuna, la reanudación en El Ejido obligaba al Real Jaén a ganar porque el Atlético Malagueño se adelantaba y le daba la vuelta al marcador en San Benito. Además, Gnangoro pudo eliminar del partido con un entradón a Óscar Lozano que el colegiado, pésimo en decisiones puntuales que perjudicaron al Real Jaén, no fue amonestado. Tampoco un disparo que impactó en el codo de Espín y que el Poli El Ejido solicitó como penalti. Quizás para tapar los errores contra los jiennenses que eran de bulto. Si pitó otro entradón a Óscar Lozano en una jugada donde lo volvieron a cazar en la frontal desde donde al lanzamiento de falta estuvo necesitado de un rematador.
La leña que recibió el mejor jugador de la categoría como es en la actualidad Óscar Lozano en otra internada era producto de lo que supone este jugador para un Real Jaén que solo ve en el motrileño soluciones en el ataque. No pudo seguir el extremo después de recibir más que Messi incluso en muchos partidos. La lágrimas eran de ese dolor de querer seguir para firmar la remontada y tuvo que ser sustituido por Agus Alonso. Sin Lozano, el delantero centro tuvo una a placer que en el remate sacó el balón del campo. Inaudito, pero el Real Jaén parecía otro. Tenía rabia por perder a su mejor jugador y los locales cedían mucho terreno. Muñiz tomaba la batuta que no tuvo en el primer tiempo y el equipo se engrasaba en busca del segundo tanto en un duelo que se había vuelto muy sucio. Aún así los celestes salían ante un error de Mauro que generó una situación de peligro que el Real Jaén no puede conceder cuando tiene al rival metido atrás.
Cámara salió en lugar de Pablo de Castro y Mauro volvió al centro de la defensa, donde se expresa mejor que en otras posiciones que el entrenador del Real Jaén entiende que puede hacer. Y eso que sin Adri Paz no se entiende que Cámara no tenga un partido desde el inicio retrasando un poquito más atrás a Mario Martos, como ya se le ha visto jugar en el Real Jaén en otras ocasiones. Fernando, en fuera de juego, tuvo el gol más fácil de su vida a la media hora de la segunda parte a un centro de Sergio desde el lateral izquierdo y el balón se fue fuera en un remate donde estaba completamente solo mientras los minutos seguían pasando y los locales metían oxigeno para poder continuar controlando la defensa a toda costa para quedarse con un punto al menos. Cámara tuvo un remate también que se fue lamiendo el poste y la ansiedad por no marcar comenzaba a hacerse más que presente y la distancia en la clasificación con el Atlético Malagueño se volvía a ampliar. Más aún ante un penalti de libro a Cámara a un minuto del tiempo reglamentado que el colegiado no señaló como sí hizo con una cabalgada del siete jiennense que estaba en posición correcta y se la puso a Mario que disparó desviado, pero que sí arregló un partido en el último suspiro donde su mágico toque le dio al Real Jaén tres puntos merecidos, pese al arbitraje, pese a la lesión de Óscar Lozano y pese a comenzar perdiendo por cuarto partido consecutivo con errores que ya no son puntuales. Y a la satisfacción de la victoria hay que sumarle que el Porcuna empató al estilo del Real Jaén ante el Malagueño, que está ya a dos puntos.