El mercado de fichajes invernal se mueve y en el Real Jaén puede tener cierta trascendencia. Al interés de Iker Burgos por parte del área deportiva del club hay que añadir que solo hay tres jugadores a los que le podría dar la baja federativa para incorporar al delantero. Son los casos de Carlos Fernández, Juanma Porro y Juan Cámara. Si un jugador disputa ocho partidos no podrá cambiar de club dentro del mismo campeonato y de grupo. Así las cosas, la salida del delantero ubetense sería complicada en el caso de que disputara un partido más. Carlos Fernández ha jugado siete partidos de Liga y el de la Copa del Rey ante el Cádiz. En este caso, el encuentro de la primera ronda de la competición del KO no computa, con lo que si el Real Jaén pretende utilizar su ficha y que el jugador se enrolara en las filas del Mancha Real u otro equipo del Grupo IX no podría jugar ni un minuto más. En el caso de Juan Cámara ocurre lo mismo que en el del delantero de Úbeda. El centrocampista ha disputado siete partidos de Liga y el de Copa, con lo que sería una alternativa también para que el club utilizara su ficha, como también podría darse el caso con Juanma Porro. El mediocentro defensivo ha jugado cinco partidos de la competición doméstica además del correspondiente a la Copa del Rey. En sus convocatorias solo fue titular en el primer partido de Liga y en las otras cuatro apariciones salió desde el banquillo, teniendo cuatro convocatorias más en las que se quedó como suplente esperando saltar al terreno de juego.
El cuarto podría haber sido un futbolista fundamental para el Real Jaén la pasada temporada como Pablo de Castro. Su expulsión en Martos y la posterior sanción le eliminó de la titularidad, pero con su intervención durante seis minutos en el Matías Prats de Torredonjimeno llegó a los ocho partidos, con lo que no podría jugar en ningún equipo del mismo grupo.
Baja federativa con contrato
Solo tres alternativas tiene el área deportiva para tratar de abrir en el vestuario el hueco que desea para el nuevo delantero, aunque llegado el caso, podría darse la circunstancia también de que el club diera la baja federativa a uno de sus jugadores mayores de 23 años para usar la ficha para la nueva incorporación. En este caso, salvo la resolución del contrato firmado, el club debería continuar pagando lo pactado con el jugador del que decidiera prescindir, pero el futbolista se cerraría las puertas a un destino nuevo dentro o lejos del Grupo IX de Tercera Federación.