“Ha sido una decisión nuestra, nosotros lo que queremos es entrenarnos, que para eso nos han contratado. Venimos a defender este escudo y estos colores y lo vamos a hacer hasta el final, pero hemos llegado a Chapín y nos hemos encontrado con esto”. Esto es que a los jugadores del Xerez se les impidió el acceso a Chapín, por orden de la Delegación Deportes y según una Ordenanza cuya resolución ya estaba en poder del club, y solo los utilleros pudieron bajar a recoger la ropa del interior de los vestuarios. A partir de ahí los jugadores se marcharon al edificio Jerez 2002, se vistieron con la ropa de deportes en la tienda oficial y se marcharon, en sus coches particulares, a las puertas del Ayuntamiento, a realizar un simulacro de entrenamientos. No iban contra nada ni contra nadie sino solo que “somos jugadores y venimos a entrenarnos a diario y no hemos podido. Sólo pedimos que nos dejen hacer nuestro trabajo que es entrenar para competir el domingo y ganar los partidos”.
De Chapín al Anexo, donde los funcionarios de la Delegación de Deportes, Javier Valle y Manuel Bustillo, hablaron con Puma, con Barea López y con Chicha y levantaron acta de que se estaba utilizando indebidamente las instalaciones, tal y como corroboraba el delegado de equipo Barea López. “Nos han dicho que se está haciendo uso indebido de las instalaciones, que levantarán acta y se le dará traslado al departamento correspondiente”. Decía Barea López que el entrenamiento ante el Ayuntamiento es “reivindicar la dignidad de un trabajador, lo han decidido los futbolistas y, como trabajador del club, estoy con ellos. Entiendo que es una discriminación porque no se ha permitido al trabajador ejercer su trabajo en su puesto”. En cuanto a los impagos decía que “vamos a creer en la palabra del presidente que ha dicho que el día 20 va a pagar lo que está pendiente. Los jugadores cumplen sobre el campo ganando y los trabajadores acudiendo a su trabajo y cumpliendo con nuestras obligaciones”.
Chicha confirmaba que “ha sido el abogado Francisco Gallardo quien ha dicho que entrenemos en el Anexo porque el convenio está en vigor”. Chicha entiende que la decisión municipal es “un abuso de poder. Está claro que este club, que le ha dado mucho a Jerez durante su historia, no se olvide ello, está indefenso, porque no interesa y nos están puteando”.
Puma por su parte afirmaba que “ en La Granja no entrenamos más porque nos lo dijo Eduardo (presidente de la Andaluza) y no vamos a jugar más, no había seguridad y aunque el Ayuntamiento diga lo contrario no es así, jugaremos en Medina y no volveremos a la Granja, si no nos quieren aquí nos iremos a otro lado, yo no quería irme de Jerez pero si nos tenemos que ir a Medina así lo haremos”, añadiendo que “es una pena de que si se muere que se muera solo, ha venido todo esto cuando el equipo sigue vivo y es lo que duele, esto es política y no entiendo ni quiero entender de eso”.
La alcaldesa García-Pelayo lamentaba los hechos y se circunscribía a la nota de la delegación de Deportes y al no pago por parte del Xerez.