El mirador de la torre de Los Perdigones reabrirá sus puertas al público en la primavera de este 2023 y lo hará incorporando nuevos contenidos culturales que expliquen el origen y la evolución del emblemático edificio, ubicado en el barrio de la Macarena, que perteneció a la Fundición de San Francisco de Paula, creada a finales del siglo XIX y dedicada a la fabricación de municiones, entre ellos, perdigones; de ahí su nombre.
La intención de los responsables del proyecto, en manos de Sevilla City Office, es "musealizar" la torre con una serie de pantallas digitales desde la planta baja y a lo largo de las escaleras, que "complemente su uso como mirador y cámara oscura", según afirman fuentes municipales a Europa Press.
Tras las primeras inspecciones llevadas a cabo por técnicos del Ayuntamiento, la torre se encuentra en "buen estado" y tan solo necesitaría una "ligera reforma" motivada por el paso del tiempo, "así como una limpieza a fondo", ya que la torre ha estado cerrada desde el inicio de la pandemia del coronavirus.
El mirador y la cámara oscura, que se inauguró en marzo de 2007, nació con el propósito de convertir este enclave en un nuevo foco de atracción turística, ya que permitía unas vistas de la ciudad desde una altura de 45 metros, pero dejó de funcionar en 2019.
Por otra parte, mientras "se ultima el trámite administrativo para su reapertura", la intención de los responsables de Turismo es "agilizar en la medida de lo posible" la concesión de la licencia del restuarante que se halla a los pies de la torre, que se convertiría en "un valor añadido para el visitante", destacan las mismas fuentes.
Al respecto, el Ayuntamiento de Sevilla, a través de la Gerencia Municipal de Urbanismo, desde mayo del pasado año se halla inmerso en una nueva licitación. La concesión, que incluye el establecimiento hostelero y la torre, había expirado y Urbanismo los recepcionó tras la entrega por parte del anterior concesionario, si bien aún no ha trascendido el importe de la misma.
En diciembre de 2019, la Gerencia de Urbanismo declaró "extinguida" la concesión administrativa a la empresa que gestionaba la torre de los Perdigones como recurso turístico y el bar restaurante de los aledaños de la misma, así como la terraza de veladores asociada a dicho negocio.
Y ello, bajo la premisa de que en junio de ese mismo año expiró el plazo de explotación estipulado en el pliego de condiciones del concurso gracias al cual esa UTE se hizo con la gestión turística de ambos espacios.